Josep Enric Llebot: «El cambio climático es una oportunidad de negocio»

Llebot, catedrático de Física en excedencia y exvicerrector de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), encabeza la pequeña delegación del Gobierno de la Generalitat en Lima.

-Lima 2014 para preparar París 2015. ¿Hay que ser ambiciosos?

-Aunque sean poco vistosos para el gran público, creo que la reunión puede aportar importantes avances. Un aspecto que debe pactarse en Lima es la estructura del acuerdo del próximo año, aunque sea sin ningún tipo de cifra o porcentaje.

-Sin cifras es como decir nada.

-No. Por poner un ejemplo, no es lo mismo decir que en el tratado de París se incluirá un apartado sobre financiación para los países en desarrollo que decir que no lo habrá. Así es como se negocia. Poco a poco, nos guste o no. Quizá es que tenemos demasiadas expectativas. Otro ejemplo: no podemos decir que cada país reduzca tal o cual cantidad de emisiones si no tenemos un objetivo común para todo el mundo. Y, algo fundamental, debe definirse la forma jurídica de los compromisos: si serán voluntarios u obligatorios.

-Los países que ratificaron Kioto ya se autoimponían unos objetivos y un sistema de multas.

-Ahora aspiramos a más países.

-Aspiramos a Estados Unidos y China.

-Claro, entre ambos suman más de la mitad de las emisiones mundiales de CO2. Pero ellos, como grandes potencias que son, no están dispuestos a que pequeños países insulares del Pacífico, por no hablar de Bolivia, les digan lo que se deben hacer. Ellos avanzan hacia un bilateralismo frente al multilateralismo de la ONU.

-¿Mejor París que Copenhague?

-Francia tiene mucho interés de que esto salga adelante y cuenta con una capacidad diplomática que posiblemente no tenía Dinamarca.

-¿Somos optimistas?

-Sí, quizá tengamos demasiadas expectativas, pero si no hay acuerdo en París no sé qué pasará. Todos los análisis dicen que el cambio climático empeora y que hay que actuar rápidamente.

-¿Y qué indicios hay de que EEUU y China vayan a entrar en las negociaciones?

-Los últimos anuncios con respecto a las emisiones, que no son gran cosa, hay que interpretarlos en clave interna. Yo creo que son más importantes otros indicios. En el caso de China, por ejemplo, los enormes problemas respiratorios que está sufriendo la población de las ciudades están sirviendo para que se tome conciencia del problema de la contaminación. No es exactamente el cambio climático, pero sí tiene que ver con un modo de desarrollo diferente, más sostenible.

-¿Y en EEUU?

-John Kerry decía hace poco que una de las líneas estratégicas de su Administración eran los temas energéticos y ambientales. Y lo justificaba no porque estemos destruyendo el planeta, sino porque es un sector potencial de trillones de dólares. Es una oportunidad de negocio. Por eso quieren entrar. La productividad, el beneficio de sus empresas, es la manera que tienen de vender esto entre los suyos. Le pondré un ejemplo sin pretender hacer publicidad: ¿cuáles son los coches eléctricos con mayor autonomía, 350 kilómetros? Los Tesla, que se fabrican en EEUU. Aún salen un poco caros, pero son un síntoma de un cambio de paradigma.