Desencanto climático

La incidencia del cambio climático en la opinión pública se ha reducido en los dos últimos años debido a un proceso complejo en el que desempeñan un papel fundamental la crisis, que parece haber cambiado las prioridades de los ciudadanos, y el mal ejemplo dado por los gobiernos internacionales, que generan hartazgo por su incapacidad para llegar a acuerdos sustanciosos en sus maratonianas reuniones anuales, las llamadas cumbres del clima. La última de ellas, la número 19 o COP19, que se celebra estos días en Varsovia (Polonia), no solo tiene menos expectativas que nunca, sino también menos delegados, menos oenegés y menos periodistas. Curiosamente, el último informe del IPCC, el grupo de expertos de la ONU en cambio climático, redoblaba recientemente las advertencias más pesimistas.

Según un reciente análisis publicado por la empresa GlobeScanRadar a partir de 22.000 encuestas realizadas en una veintena de países, incluida España, el 49% de los ciudadanos consideran que el cambio climático es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el planeta, lo que supone el porcentaje más bajo desde que en el 2008 se iniciara la crisis financiera. La preocupación se ha reducido incluso en países en desarrollo como Brasil y China. Hace tres años, el Eurobarómetro mostraba que el cambio climático era para los ciudadanos europeos el segundo problema más grave de la Tierra, solo por detrás de la pobreza y por delante de la situación económica y el terrorismo. España se situaba ligeramente por encima de la media.

>>Lea la información completa sobre la cumbre sobre el cambio climático en Varsovia en e-Periódico