ANÁLISIS ISGLOBAL-IDAEA

La contaminación del aire crece en Barcelona durante las huelgas de metro

Un estudio científico estima que se dispara entre un 8% y un 40%, dependiendo del producto analizado

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El Periódico / Barcelona

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La calidad del aire de la ciudad de Barcelona empeora durante las huelgas del transporte público, lo que señala la importancia de este medio para combatir la contaminación atmosférica. Esta es la principal conclusión de un estudio elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal-La Caixa) y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) que se ha publicado en la revista especializada 'Science of the Total Environment'.

La ecuación es muy sencilla: cuando hay alteraciones en el transporte público, aumenta el uso del vehículo privado y ello a su vez incrementa los niveles de contaminación del aire. Lo que pretendía la investigación del ISGlobal y el Idaea era estimar ese cambio durante las huelgas de transporte público que han afectado a la ciudad de Barcelona.

Los investigadores analizaron las concentraciones diarias de diversos contaminantes, como monóxido de nitrógeno (NO), dióxido de nitrógeno (NO2), partículas PM10, PM2,5 y PM1, carbono negro (BC) y monóxido de carbono (CO), en los días de huelga de metro, tren o autobús entre 2005 y 2016, años en los que se registraron 208 días de paro.

Se han analizado todos los paros en metro, tren y autobús entre los años 2005 y 2016

Los resultados muestran que en los días de huelga del transporte público en Barcelona se produce un incremento medio de los niveles de contaminación atmosférica que oscila entre el 4% en el caso del NO2 y el 8%, en NO, en comparación con las jornadas sin alteraciones.

El suburbano, esencial

De entre los diferentes modos de transporte, el que más incidencia tiene sobre la calidad del aire es el metro, probablemente porque es el medio público más utilizado en la ciudad. Durante los días en que se registraron paros en el servicio, la contaminación aumentó de media entre un 8% (PM10) y un 48% (NO).

Para Xavier Basagaña, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio, los resultados del trabajo demuestran que "el transporte público es imprescindible para combatir los altos niveles de contaminación atmosférica urbana". "Actualmente -añade-, cerca de la mitad de los desplazamientos interurbanos en Barcelona se realizan todavía con vehículo privado, lo que ofrece margen para potenciar el transporte público y mejorar la calidad del aire".

"El aumento se detecta sobre todo en contaminantes que emiten directamente los coches, como el carbono negro, el monóxido de nitrógeno y el monóxido de carbono, y menos en otros contaminantes que dependen de otros procesos además del tráfico”, destaca el coautor Xavier Querol, investigador del IDAEA-CSIC.

Según los datos del Ayuntamiento de Barcelona, el 73% de los desplazamientos diarios en la ciudad son internos. De ellos, más de la mitad se realizan a pie o en bicicleta, el 29% en transporte público y el 14% en vehículo privado.