ANIMALES SOCIALES

Un chimpancé encuentra compañía en Riudellots de la Selva

La hembra Cheeta, adquirida ilegalmente en los años 80, ha sido trasladada a la fundación Mona

La chimpancé Cheeta, en las instalaciones de la fundació Mona.

La chimpancé Cheeta, en las instalaciones de la fundació Mona. / periodico

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Cheeta, una hembra de chimpancé procedente de un zoo situado en la isla canaria de Fuerteventura, donde se había quedado sin compañeros de su especie, ha sido trasladada a las instalaciones de la Fundació Mona en Riudellots de la Selva. Cheeta deberá pasar por un periodo de adaptación antes de poder ser integrada con los demás de su especie, pero ya ha empezado satisfactoriamente las asociaciones con Coco y Bea, otros dos chimpancés. “En la fundación podrá vivir con otros primates que, como ella, proceden de decomisos en circos o de particulares”, pone como ejemplo Cristina Valsera, coordinadora del departamento de rescate de la fundación.

Cheeta, que tiene 30 años, fue adquirida ilegalmente en los años 80 junto con un chimpancé macho, ambos todavía siendo muy jóvenes. Su antiguo propietario los explotaba para realizar fotografías en zonas turísticas de las Canarias. Finalmente, las autoridades le retiraron los dos chimpancés, ya que está prohibido tener ilegalmente animales en peligro de extinción, y los dejaron en depósito en el zoo Oasis Park, donde han vivido en los últimos 28 años. El zoo se ha hecho cargo voluntariamente durante todos estos años de su manutención y lo seguirá haciendo a partir de ahora.

Sacrificados por motivos de seguridad

El pasado mes de junio, debido a un desafortunado accidente en el zoo que concluyó con una fuga de animales, se tuvo que sacrificar por motivos de seguridad a dos de los tres chimpancés que se encontraban en depósito. La única superviviente fue Cheeta.

Los responsables del parque decidieron que esto suponía un perjuicio para la chimpancé, al tratarse de un animal altamente social, y con el afán de buscar la mejor solución para ella contactaron con varios centros de rescate "para que formara una nueva familia y no tuviera que vivir el resto de su vida sola", explica la fundación Mona. La esperanza de vida de los chimpancés supera los 60 años.

Actualmente, Cheeta es propiedad del Estado español, ya que se encontraba en el zoo de Fuerteventura en depósito desde el día en que llegó. “La dirección del zoo considera que Cheeta es parte de su familia y por ello seguirá desde la distancia cuidando de ella, abonando una pensión voluntaria vitalicia para su manutención”, destaca Valsera.