PROGRAMA RECLAIMED

En busca de un antídoto para las picaduras de medusa

El Hospital Clínic, con la colaboración del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, impulsa una unidad especializada para hallar nuevas terapias

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ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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El Hospital Clínic de Barcelona, en colaboración con el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, creará una unidad especializada en picaduras de medusa que investigará las mejores alternativas paliativas e incluso la posibilidad de la creación de antídotos. El programa, llamado Reclaimed e impulsado por la Obra Social La Caixa con 600.000 euros, se ha presentado hoy en Barcelona y se prolongará durante tres años.

A diferencia de lo que sucede con las serpientes o las arañas más peligrosas, para las medusas no existe ningún tratamiento específico más allá de la aplicación paliativa de frío (pero sin que el hielo toque directamente la piel), gasas bicarbonatadas o la extracción de los tentáculos, como ha recordado Santiago Nogué, de la Unidad de Toxicología del Clínic. Luego, si es necesario tratamiento hospitalario, se aplican en la piel antihistamínicos o cortisona, pero "la atención correcta y diligente por parte de los socorristas en la playa es clave", ha insistido. "Hay muy poco conocimiento sobre este tipo de lesiones", ha añadido José-Manuel Mascaró, del Servicio de Dermatología del mismo hospital.

Al margen de la unidad del Clínic, Reclaimed también incluirá la preparación de socorristasmodelos predictivos de la presencia de medusas y diversas medidas para informar en las playas catalanas de la previsible llegada de enjambres. El objetivo, en definitiva, es hallar soluciones a los problemas que genera la proliferación de medusas en terrenos como el turismo o la industria pesquera.

Apenas el 1% de las picaduras de medusa requieren un tratamiento hospitalario, pero sí son un problema habitual -entre 10.000 y 40.000 anuales en las playas catalanas- con un gran impacto social. De hecho, como ha recordado el director general de Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, las picaduras de medusa suponen entre el 40% y el 80% de la incidencias totales en las playas catalanas durante los meses de verano.

"Una de las claves es la prevención -ha destacado Josep Maria Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar-. Los bañistas han de conocer los riesgos de tocarlas y estar informados de cuándo los enjambres se acercan a las playas". En este sentido, el centro del CSIC participa en un proyecto europeo, MedJelly, que entre otros aspectos informa mediante una aplicación para móviles de la presencia de medusas en el litoral catalán.

POR QUÉ HAY MÁS

Aunque es difícil cuantificar mediante datos, la presencia de medusas ha aumentado en las playas mediterráneas durante las dos últimas décadas debido, según sostienen los especialistas, a las temperaturas más altas, la reducción de los depredadores que se alimentan de ellas (grandes peces, tortugas) y otros cambios en el ecosistema marino, ha afirmado Gili. "El problema no puede solucionarse a corto plazo, pero sí que podemos reducir sus consecuencias", ha añadido.

Nogué ha precisado que los socorristas atenderán al afectado en la playa y le aconsejarán que, si no mejora en las 24 horas siguientes, acuda al médico de cabecera. Si se alarga más de una semana, la unidad del Clínic citará al paciente para ser tratado y estudiado a través de pruebas complementarias. Otro de los objetivos científicos de Recalimed es intentar descubrir por qué determinados pacientes sufren reacciones más adversas.

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