PROTOCOLO EN EL ÁREA DE BARCELONA

La alerta por contaminación se mantendrá hasta el lunes

Restricción de velocidad por causas mediambientales, ayer, en la B-23, a la altura de Sant Joan Despí.

Restricción de velocidad por causas mediambientales, ayer, en la B-23, a la altura de Sant Joan Despí.

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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La llegada de una inesperada brisa disipó este viernes parte de la contaminación asentada en los últimos días sobre la ciudad de Barcelona y municipios próximos y evitó que los índices se dispararan hasta valores más peligrosos, pero las restricciones que se aplican en este tipo de situaciones anticiclónicas tan intensas se mantendrán por precaución hasta al menos el lunes en toda el área metropolitana, según avanzó el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat. Eso significa que, entre otras medidas, no se podrán superar los 90 kilómetros por hora de velocidad en las vías de acceso a la ciudad y se limitará la actividad de plantas energéticas y cementeras.

«Aunque es previsible que la contaminación baje durante el fin de semana debido a la menor actividad industrial y de tráfico, las altas presiones que dificultan la renovación del aire se mantienen y por este motivo seguirá el protocolo de actuación», comenta Josep Enric Llebot, el secretario de Medi Ambient. El lunes por la mañana, con los nuevos datos disponibles y la previsión meteorológica, los técnicos de la Dirección General de Calidad Ambiental decidirán si es necesario alargar las limitaciones. Las medidas afectan a Barcelona y a diversos municipios del Barcelonès, el Baix Llobregat, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental.

La presión atmosférica en Barcelona alcanzó a nivel de costa una intensidad excepcional, con 1.040 hectopascales, una situación que no se registraba desde febrero de 1989, según el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC-Meteocat). En Lleida, con 1.045 (en equivalencia a nivel de mar), se batió ayer el récord desde que hay mediciones. Y también en Madrid, que lleva unos días con la contaminación desbocada, se superaron los 1.040.

El anticiclón no es evidentemente el responsable de que haya contaminación, pero sí favorece su concentración. Los óxidos de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (polvo, hollín, ceniza) que emiten los tubos de escape y las chimeneas quedan retenidos por una capa de aire situada justo encima que funciona como la tapa de una olla a presión. Uno de los efectos de este aire más pesado puede observarse en el nivel del mar, ayer más bajo de lo habitual en las playas. También es destacable el fenómeno de la inversión térmica, que provocó que hiciera más frío en las barrios litorales que a 400 metros de altitud en la sierra de Collserola.

OPTIMISMO

«Hemos tenido la suerte de un viento que no se había previsto, pero no podemos bajar la guardia porque el problema principal es la duración», reitera Llebot. De hecho, está previsto que el anticiclón se suavice a partir del lunes, pero no que desaparezca.

«Con las medidas de contención creo que el lunes la situación será más positiva», confió el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. La contaminación por NO2 alcanzó un pico este viernes de 81 microgramos por metro cúbico de aire en la estación de Gal·la Placídia, inferior a los 150 de la víspera y los 200 del nivel de peligro, aunque muy superior a los recomendados 40 microgramos de media anual, según la normativa comunitaria. El ayuntamiento de Barcelona recomendó usar el transporte público y limitar el ejercicio físico al aire libre.