El Ayuntamiento de Mataró amenaza con cerrar la escuela rural de les Cinc Sénies

Entrada de la escuela rural Casa Nostra, en les Cinc Sénies de Mataró.

Entrada de la escuela rural Casa Nostra, en les Cinc Sénies de Mataró. / periodico

XAVIER PUIG / JOAN SALICRÚ / MATARÓ

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El pasado mes de septiembre abrió las puertas en Can Gual, en las Cinc Sénies de Mataróuna nueva escuela privadaCasa Nostra, con una propuesta singular en la capital del Maresme: rural, aunque esté a dos minutos del núcleo urbano, y de educación en inglés, casi exclusivamente.

En ella hay escolarizados a día de hoy unos veinte niños y des del centro se asegura que para el próximo curso están llenas las 40 plazas disponibles, después de la jornada de puertas abiertas llevada a cabo durante el mes de marzo.  

Pero según el Ayuntamiento, la escuela no cuenta con los permisos adecuados para actuar como tal y amenaza con cerrarla si no atiende sus requerimientos.

Fuentes municipales confirman que, puesto que la escuela está en zona agrícola, para legalizarla el Ayuntamiento tendría que aprobar un plan de actuación especial (PAE) de la parcela agrícola donde se halla el centro. Este procedimiento se ha llevado a cabo en otras masías de la zona sin más problemas.

Una vez aprobado por el municipio, eso sí, el PAE debería tener el visto bueno del Departamento de Urbanismo de la Generalitat, que es quien debería autorizarlo definitivamente.

Pero ahí, según el Ayuntamiento, es donde empiezan los problemas porque cuando éste consultó el tema a la Generalitat, el ente autonómico respondió que en ningún caso aprobaría el permiso urbanístico necesario para legalizar una escuela rural que se encuentra a cien metros de la trama urbana.

Así las cosas, el Ayuntamiento habría comunicado esta notificación a los propietarios de Casa Nostra y les habría conminado a mantenerse en el terreno de las actividades extraescolares, cosa que no requeriría el permiso de la Generalitat.

Siempre según las mismas fuentes, los promotores de Casa Nostra se negaron a modificar sus planteamientos insistiendo en su derecho de promover un centro educativo privado con licencia del gobierno británico. Y de ahí al bloqueo actual.

DISPARIDAD DE PUNTOS DE VISTA

Por su parte, la promotora de la escuela rural Casa Nostra, Maria Bellmunt, ha manifestado haber tramitado toda la documentación requerida para que el Ayuntamiento aprobara el mencionado PAE, así como un estudio de impacto ambiental y un informe paisajístico favorables a su propuesta.  

“Todo esto se entrega, y en 2015 el Ayuntamiento concede que dentro de Can Gual se pueda instalar una escuela con un uso educativo comunitario”, ha afirmado a EL PERIÓDICO DE CATALUNYA.

En este sentido, Maria Bellmunt asegura contar además con la autorización del British Council, el interlocutor entre el Reino Unido y España en ámbito cultural y educativo.

Según se puede consultar en la página web de la escuela rural, efectivamente el ente británico ha dado su beneplácito a fecha 21 de marzo de 2017 a la existencia del centro.

No obstante, en el mencionado documento se referencia que "la inscripción en el correspondiente registro como centro docente privado extranjero por parte de las autoridades españolas queda sujeta al cumplimiento por parte del centro de la legislación española a todos los efectos". Circumstancia que no se da, al menos de momento, según advierte el Ayuntamiento.    

No obstante, la promotora de la escuela explica que una vez conseguida la autorización del British Council, "durante los próximos días pediremos el permiso de actividad al ayuntamiento, a ver que nos responden”.

EXPEDIENTE INFORMATIVO

El conflicto viene de lejos. El Ayuntamiento abrió meses atrás un expediente informativo a los promotores del centro ante la confirmación que la propietaria había llevado a cabo varias edificaciones sin su permiso, poniendo énfasis en las restricciones que supone que el centro esté ubicado en suelo agrícola.

En relación a esto, Maria Bellmunt añade que “todas las mejoras hechas en la escuela constaban en el PAE” y, en la medida que el Pla Especial de Masies del Ayuntamiento prevé usos educativos para la finca, se ha limitado a modificar las zonas cubiertas ya existentes para habilitarlas como aulas. 

La situación cogió una nueva dimensión, unas semanas atrás, con la voluntad de construir lo que el Ayuntamiento califica de invernadero, cosa que sería de nuevo ilegal.

La escuela, no obstante, matiza que este nuevo espacio se usará como cubierto para que los niños coman a resguardo y que han dotado de un cierre similar al de un invernadero “para que esté adaptado a la finca y en concordancia”.

Ante estos hechos, la concejala de Licencías Núria Calpe firmó la semana pasada un segundo decreto por el cual exigía la paralización inmediata de las obras del invernadero. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, si la propietaria no se aviene a razones, el Ayuntamiento no descarta precintar el espacio y clausurar la actividad.

Des de la propiedad de la escuela se asegura que por ahora el proceso de instalación de dicho invernadero se encuentra paralizado a causa del problema urbanístico.

“Tenemos un pequeño problema con el ayuntamiento y es un malentendido que se debe gestionar, hemos tramitado todo lo que nos han pedido” expone Bellmunt, que al mismo tiempo denuncia que, a pesar de múltiples peticiones, no ha sido posible una reunión “con alcaldía, urbanismo o educación para trataer el tema; es grave que no podamos tener una reunión presencial”.

También en eso las versiones difieren. Fuentes municipales aseguran que sí ha habido repetidas reuniones con personal técnico del ayuntamiento así como múltiples contactos telefónicos.

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