'In medio stat virtus', con voluntad de todos

'The Independent' coloca a Barcelona entre los ocho destinos mundiales que más odian el turismo y se habla ya de turismofobia. ¿Nos enfrentamos a una realidad dual sin ánimo de síntesis o se trata de buscar un consenso entre todos en aras de un modelo sost

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Los cerca de 30 millones de visitantes heterogéneos que pasan o pernoctan en la ciudad de Barcelona dejan unos 18 millones de euros al día. Al aeropuerto de El Prat llegan al año 44 millones de viajeros, gracias a la sangre, sudor y lágrimas que costó el 'hub' internacional frente a las fuerzas centralistas que apostaban por Madrid como única puerta de entrada y salida de España. Los hoteles llevan años con ocupaciones superiores al 75%. Los 4,5 millones de visitantes del icono principal de la ciudad, la Sagrada Familia, se acercan a marchas forzadas a los siete de la Torre Eiffel. Y 'European Cities Marketing' coloca a Barcelona en el primer lugar de las ciudades turísticas europeas.

Sin embargo, aumenta la tensión contra el turismo en casi todos los barrios centrales de la ciudad, y prende en otros, hasta convertirlo en la primera preocupación de los barceloneses. 'The Independent' coloca la ciudad entre los ocho destinos mundiales que más odian el turismo. La imagen de antipatía crece en el extranjero al socaire de que aquí los turistas no son bienvenidos. Y se empiezan a pronunciar palabras gruesas como turismofobia.

Este es el estado de cosas en la Barcelona turística, que ha sabido aprovechar el viento de cola de las más importantes plataformas mundiales, como Tripadvisor, Booking.com, Hotels.com, Airbnb o Vacation HomeAway.

Decálogo de la contradicción

Los vectores del conflicto aparecen en el decálogo de la contradicción:

1. Parque temático vs ciudad cultural 

2. Éxito de atracción turística vs molestias, problemas vecinales, 

malestar creciente 

3. Riqueza vs bajos salarios en el sector  

4. Millones de turistas vs mal reparto de la riqueza en toda la ciudad 

5. Libre mercado inmobiliario y de licencias hoteleras vs gentrificación y desertización 

6. Extraordinarios monumentos vs entornos degradados comerciales y gastronómicos 

7. Criminalización o demonización del turismo vs importante aportación económica 

8. Oferta masificada vs destino de calidad 

9. Los cruceristas usan más ciudad que lo que gastan vs la riqueza que aportan 

10. Los pisos turísticos son los culpables de la baja calidad de los turistas vs el modelo de alojamiento preferido por la mitad de los viajeros mundiales 

Frenar los flujos

Si una ciudad es un espacio variopinto para vivir, descansar, trabajar, relacionarse, holgar, compartir raíces y mezclarse, ¿nos enfrentamos a una realidad dual sin ánimo de síntesis? ¿Hay que convertir el turismo en un campo de enfrentamiento permanente -que conduce a medio plazo a destruir una parte fundamental de la riqueza contemporánea tan difícil de alcanzar-, o se trata de buscar un consenso entre todos en aras de un modelo sostenible?

Es evidente que el primer paso para reformar el modelo consiste en frenar los flujos turísticos en Barcelona, a la vez que redistribuirlos hacia Catalunya. Las multitudes en torno al puente de Carlos han convertido a Praga en una de las ciudades más baratas y degradadas de Europa. El Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (PEUAT) aparece como un buen instrumento para frenar la concesión de licencias hoteleras y de apartamentos turísticos, pero sobre todo se ofrece como el faro para discriminar la oferta a medio y largo plazo.

El consenso político en torno al PEUAT habrá que completarlo a golpe de negociación con el resto de actores civiles. Los estudios de la capacidad de carga percibida de los espacios de la ciudad serán la piedra angular que facilitará la redacción de la reglamentación que frene la sobreexplotación del espacio público, la degradación de los lugares singulares, el uso de los vehículos -preferentemente eléctricos-, los horarios de los recintos públicos y comerciales (buen ejemplo el del Park Güell), y la estética de las terrazas -no ocurra que acabemos siendo una ciudad de terrazas sin calles ni plazas-, por citar algunos puntos destacados.

Oferta de calidad

A todo esto deberá acompañarle la creación de oferta de calidad, descentralizada en la medida de lo posible, rechazando las zafiedades. El turista que viene a Barcelona gasta poco porque se le ofrece poco y barato. No es que falten 'apps' que conecten las ofertas; es que incitan poco a su uso. El comercio de proximidad desempeña un papel relevante, pues el turismo va a ser su fuente principal de ingresos. La dinamización de los PEUAT -dos en marcha- serán puntales del desarrollo racional de cada eje. En el Plan Estratégico de Turismo y en el de Comercio y Mercados, recientemente aprobados, se avanzan algunas de estas medidas, que habrá que presupuestar y poner en marcha cuanto antes para evitar el impasse.

Paralelamente, desde el ámbito de la vivienda, habrá que profundizar para frenar definitivamente los desahucios a base de marcar precios de referencia, como lo hace París. No tienen por qué pagar los menos favorecidos el enriquecimiento desigual de la ciudad. Desde el ámbito profesional, habrá que incentivar los salarios del sector mejorando la imagen y la formación. No puede ser trabajar en el sector que más dinero aporta a la ciudad más turística de Europa con los salarios más bajos y más precarios. Y desde otras áreas municipales, habrá que descargar parte de la tensión que acumula el ámbito turístico.

'In medio stat virtus', decía Horario en la Epístola a Tubulo (I, 4, 16). Y añadía 'cuando extrema sunt vitiosa', que traducido libremente quiere decir que se alcanza si hay voluntad de todos.

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