Emprender más allá de los tópicos: 10 buenas noticias

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Los que nos dedicamos a promover el emprendimiento, en mi caso en la universidad, vivimos asombrados el momento actual de protagonismo extremo del fenómeno del emprendimiento en todo nuestro país y, en general, en las economías más avanzadas. ¿Burbuja o cambio de paradigma? Lo cierto es que desde hace unos pocos años, afortunadamente, esta palabra mágica nos ha permitido tener, desde mi punto de vista, un conjunto de buenas noticias que sintetizaré a continuación.

1. La eclosión del emprendimiento ha situado en el centro del debate social la importancia o la dimensión de la capacidad de iniciativa de los ciudadanos para activar proyectos empresariales. Tanto si son de emprendimiento por necesidad o por oportunidad, nos han conducido a una cierta convicción colectiva de que, a pesar de las dificultades, emprender tiene sentido.

2. Hace 20 años era impensable que unos padres dijeran: «Mi hija ha terminado la carrera y está emprendiendo». Emprender significa que puedes tener éxito o fracasar. Pero, en cualquier caso, los negocios estables no existen. Que el currículo de los jóvenes esté lleno de entradas y salidas en el mercado de las startups será cada vez más normal y positivo. Los currículos serán más de proyectos que de organizaciones.

3. El término emprendedor nos ha permitido recuperar, parcialmente, el reconocimiento de la figura del empresario, desgraciadamente todavía demasiado estigmatizada. El empresario que proviene de la consolidación de proyectos emprendedores recientes proyecta una imagen cada vez más positiva. O dicho de otro modo, si «hay gente que lo consigue, quizá yo también lo puedo lograr».

4. Los emprendedores que se han consolidado en los últimos años están dando apoyo a los más jóvenes. Cuentan sus experiencias en los social media. Se convierten en 'influencers' del talento. Más allá de si lo hacen por filantropía o para buscar inversiones en proyectos atractivos, ¡que siga la tendencia!

5. Las empresas más grandes activan programas de mentoría. Se crean asociaciones de todo tipo que están dispuestas a asesorar gratis proyectos emprendedores para contribuir a crear empresas a medio plazo. Las entidades financieras apuestan por programas de apoyo al emprendimiento.

6. El mundo emprendedor no es solo 'business friendly'. Las iniciativas vinculadas al mundo cultural crecen, las oportunidades surgidas de combinaciones entre las industrias creativas y los otros sectores aumentan. El sector de la salud se acelera más allá de la tecnología con la bandera del impacto social.

7. Hemos incorporado de manera irreversible la importancia de la dimensión social en los proyectos emprendedores ya sea como aspecto central o complementario de la actividad desarrollada. El emprendimiento social forma parte nuclear del cambio de paradigma, en el que debe participar sin hacer un mundo aparte.

8. Dentro de esta ola creciente de 'startups', la globalización y la digitalización han evidenciado que muchas actividades emprendedoras pueden ser diseñadas con escalabilidad internacional ya desde el inicio. Las 'apps' nos lo recuerdan cada día cuando usamos el móvil. El encuentro 4YFN que agrupa a miles de emprendedores y 'startups' de todo el mundo durante el Mobile World Congress de Barcelona lo ejemplifica bien.

9. El mundo de la enseñanza incorpora, lentamente pero lo hace, el hecho de trabajar las competencias asociadas al emprendimiento. No se trata de que todo el mundo haga un proyecto; se trata de reconocer la importancia de aspectos como la creatividad, la gestión de proyectos, la capacidad de iniciativa y el enriquecimiento que aporta la interdisciplinariedad. Las universidades han incorporado el tema de manera significativa desde la llegada del Espacio Europeo de Educación Superior.

10. Las políticas públicas se han reorganizado para dar apoyo. Aunque en los trámites de creación (¡y en las tarifas planas de autónomos!) todavía tenemos que mejorar mucho, el apoyo de las diferentes administraciones que acogen y asesoran a ciudadanos con proyectos de todo tipo ha ido en aumento. La calidad y el servicio de las redes de apoyo públicas de nuestro país ha estado a la altura del reto. Los datos lo evidencian.

No todo el mundo puede ser emprendedor, ni debemos pretenderlo. No estamos hablando de resolver el problema del paro, sino de contribuir modestamente a crear empleo y, si puede ser, de mucha calidad. Es verdad que se ha extendido la fiebre, entre todo tipo de organizaciones y redes de apoyo, para captar proyectos. Hay decenas de concursos de premios para proyectos emprendedores y convocatorias de ayudas. Programas formativos gratuitos o subvencionados orientados a combinar formación y desarrollo de proyectos. Es cierto que el ecosistema de apoyo ha crecido y que a menudo puede confundir a los destinatarios.

Pero más allá del apoyo y del ecosistema, el movimiento de las 'startups' y del emprendimiento de las oportunidades está probablemente influyendo de manera decisiva en cambiar nuestra manera de trabajar, de organizar y gestionar proyectos y, en definitiva, de promover iniciativas empresariales y de gestionar el talento entre los diferentes agentes implicados en su desarrollo. Los ítems que he presentado pueden ser considerados, o no, para el lector, buenas noticias, pero en todo caso puede que les sirvan para valorar que el emprendimiento no es un fenómeno pasajero.