Creatividad y talento, claves para la competitividad

Emprendimiento y talento se dan la mano en Barcelona y es importante consolidar esta situación porque significa un futuro mejor. Para ello, debemos preparar a nuestros jóvenes para que trabajen en profesiones que actualmente no existen

Creatividad y talento,  claves para la competitividad_MEDIA_1

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Si de una evidencia disponemos hoy es que el mundo está cambiando más rápido que nunca. De ello tenemos prueba en infinidad de aspectos en nuestro día a día: la manera de relacionarnos, de consumir, de comprar... En todo ello han tenido gran parte de responsabilidad las tecnologías emergentes que han permitido que paradigmas que hasta hace relativamente poco parecían inmutables hayan desaparecido o cambiado de manera radical.

Las nuevas generaciones, 'millennials' y Z, son y serán en breve los profesionales y consumidores de nuestra sociedad y asentarán y transformarán, con toda seguridad, los modelos que hoy conocemos. Por ello, debemos preparar a nuestros jóvenes para que trabajen en profesiones que actualmente no existen, pero donde las competencias claves estarán vinculadas a capacidades como la creatividad, la innovación, el liderazgo, la adaptabilidad, etc.

Barcelona es un polo donde el emprendimiento y el talento se dan la mano, y no debemos perder la oportunidad de que este movimiento se consolide y nos permita afrontar un futuro en el que aquellas ciudades que no dispongan de inversiones en I+D+i y talento vinculado perderán un tren que ya podríamos calificar de alta velocidad.

La demanda supera la oferta

Aquellos jóvenes -y no tan jóvenes- que se preparen estudiando en los ámbitos de las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) tendrán con toda seguridad una probabilidad mucho mayor de ocupación que los que lo hagan en otras disciplinas, ya que la demanda actual y futura de estos perfiles sobrepasa de manera dramática la oferta. Actualmente, las grandes empresas y las pymes tienen dificultades, que alcanzan niveles preocupantes, para incorporar este talento. Y no solo estas empresas: las 'start ups' también se encuentran con esta casuística. Desde la posición de privilegio que es la universidad podemos observar cómo desde los diferentes sectores empresariales se repite esta realidad.

Cada vez más se necesitan, por ejemplo, profesionales con conocimientos en programación, para ayudar a crear algoritmos que den respuesta a la cantidad de datos (big data) que actualmente se generan sobre nuestros gustos y usos. Estos datos son oro líquido para las empresas, ya que pueden conocer nuestro comportamiento como usuarios y compradores, pero en muchos casos todavía hoy no les aportan valor de negocio.

Por otro lado, se necesitan profesionales que puedan garantizar que las comunicaciones y la información se encuentran en un entorno seguro (ciberseguridad), ya que será indispensable para garantizar el despliegue del Internet de la Cosas. También es sabido que la próxima revolución industrial ('industry 4.0') necesitará de nuevos perfiles con conocimientos en ámbitos como la robótica y la impresión 3D, puesto que jugarán un papel importante en la nueva industria. Sectores como el de la banca, entre otros, están viviendo otra revolución que también necesitará de profesionales STEM que ayuden al desarrollo del 'fintech', donde se esperan grandes disrupciones en los modelos de negocio actuales.

Cambios en la industria del ocio

También la industria del ocio se está transformando cada vez más. Prueba de ello es el crecimiento espectacular de la industria de los videojuegos, que ya factura más que la industria del cine y la música juntas, y de las derivadas que de esto se produce. Los jóvenes desean formarse y trabajar de manera gamificada, es su código de lenguaje y donde se sienten cómodos. Por todo ello, no es difícil prever la gran demanda de empleos vinculados a la programación de videojuegos (entretenimiento) o de 'serious games' (profesionales) que se esperan para los próximos años.

Por último, el impacto de las tecnologías en nuestras vidas está transformando la relación con nuestro entorno, cada vez más urbano, y está llevando a que la necesidad de integrar tecnología en nuestra ciudad sea una realidad que ya comenzamos a vislumbrar.

En nuestro día a día, relacionándonos con las empresas, somos conscientes de esta realidad y es por ello que, como centro universitario, apostamos por estas formaciones vinculadas a las tecnologías emergentes: ingenierías (informáticas, multimedia,…), videojuegos, animación 3D, negocios digitales y arquitectura del siglo XXI. Las nuevas generaciones y las actuales están obligando a las empresas y a la sociedad a una transformación digital, que es ya una transformación social.

Todo ello exige preparar a los futuros profesionales en estas disciplinas y en entornos donde puedan trabajar con casos reales y donde converjan a su vez las empresas, los grupos de investigación y las 'start ups' para crear un ecosistema que les ayude a desarrollar competencias vinculadas a la innovación, la creatividad y a la resolución de retos que demandarán las profesiones que aún no existen o a las actuales que deberán transformarse.

Nunca como hasta ahora ha sido tan emocionante la educación de nuestros futuros valores. No perdamos esta oportunidad, seamos valientes y disruptivos.