La Barcelona del conocimiento: un presente con mucho futuro

Los 10 años transcurridos desde el inicio de la crisis han representado una década perdida para las economías catalana y española, en términos de PIB. Se espera que este ejercicio 2017 nos volvamos a situar en el mismo nivel de actividad, medida por el PIB a precios constantes, del 2007, en el umbral de la crisis. Y si en términos de PIB estamos de nuevo donde estábamos, en términos de inversión en I+D estamos mucho peor: el gasto en investigación y desarrollo, público y privado, en Catalunya, se ha reducido un 11% entre el 2009 y el 2014: de los 3.286 millones de euros del 2008, que marca un máximo histórico, hemos pasado a 2.938 millones el 2014. En porcentaje del PIB la inversión en I+D ha pasado del 1,70% al 1,47%, significativamente inferior al 2,14% de media en los países de la Unión Económica y Monetaria de la UE. La caída ha sido especialmente intensa en el caso de la inversión empresarial en I+D, que se ha reducido un 16,3% en el mismo periodo, mientras que la pública ha aumentado un 6,6%. El tercer componente, el gasto universitario, se ha reducido un 8%.

A pesar de esta evolución negativa, durante estos años también se está produciendo una importante y esperanzadora transformación, de la que emerge con fuerza un nuevo tejido empresarial innovador e intensivo en conocimiento, localizado principalmente en la región metropolitana de Barcelona. Este nuevo tejido se concentra en un conjunto de actividades de elevado crecimiento, entre las que destacan las relacionadas con las TIC y la economía digital, las ciencias de la vida y de la salud, los medios audiovisuales, el diseño y la cultura. Estos sectores de elevado crecimiento se desarrollan en un marco económico más amplio y muy diversificado, con otros sectores de actividad más consolidados pero igualmente sujetos a un proceso acelerado de transformación tecnológica.

Red de metrópolis globales

Cabe destacar entre estos sectores la nueva industria que crece con los retos que plantean la automatización de procesos, la energía, el medio ambiente y la movilidad sostenible; el desarrollo de las actividades logísticas alrededor de los grandes polos de actividad que suponen el puerto, el aeropuerto, las zonas logísticas y de distribución y los proyectos vertebradores de futuro, como el área de la Sagrera; la expansión de las plataformas que promueven las relaciones comerciales y profesionales, encabezadas por la Fira, Mercabarna y la actividad de convenciones y congresos y, 'last but not least', todas las actividades relacionadas con el ocio activo y el crecimiento personal, como las manifestaciones artísticas y culturales, la salud, el deporte y el turismo. Todo este conjunto de actividades debe entenderse en un contexto de inserción de Barcelona en una red emergente de metrópolis globales, impulsadas por los flujos crecientes de personas, talento y conocimiento.

La interacción entre las actividades emergentes y determinados sectores tradicionalmente enraizados en la ciudad es la clave del futuro, en tanto que genera efectos multiplicadores a gran escala sobre el conjunto de la actividad económica y promueve la ocupación de calidad. Un ejemplo a destacar sería el desarrollo de un ecosistema de conocimiento y productivo de primer nivel alrededor de las ciencias de la vida y de la salud, que abarcaría desde las nuevas empresas biotecnológicas a las compañías farmacéuticas más consolidadas, incluyendo la red de hospitales, universidades, centros de investigación y agentes inversores especializados.

Mayor facturación por ocupado

Según datos de Biocat, referidos al conjunto de Catalunya en el 2015, las empresas del sector de ciencias de la vida y de la salud (que representaría el núcleo del ecosistema) facturan 14.360 millones y ocupan a 42.133 trabajadores. El 95% de este tejido empresarial se concentra en la provincia de Barcelona y principalmente en su área metropolitana. Según Idescat, el PIB metropolitano de Barcelona con datos del 2014 asciende 142.443 millones. Utilizando la tablas Input-Output de Catalunya, podemos estimar que la producción total (el concepto equivalente a la facturación) del área metropolitana sería aproximadamente el doble del PIB (unos 280.000 millones de euros), por lo que el peso que representarían las empresas del sector biotecnológico, médico y farmacéutico se podría estimar en el entorno del 5% de la actividad total de la zona metropolitana. También según información de Idescat, los afiliados a la Seguridad Social de la zona metropolitana de Barcelona en diciembre del 2015 sumaban 1.859.202 personas, lo cual implica que el peso de los ocupados por las empresas del sector de ciencias de la vida y la salud representaría un 2,3% del total de afiliados. Un peso menor en términos de ocupación que en términos de facturación implica, lógicamente, una mayor facturación por ocupado.

A efectos comparativos, el año 2015 el sector de la hotelería (hoteles, fondas y pensiones) ocupaba unas 23.000 personas en la provincia de Barcelona, lo que representa algo más de la mitad de los 42.000 ocupados por las empresas del sector biotecnológico, médico y farmacéutico (mayoritariamente concentradas en la provincia de Barcelona). En términos de valor agregado brutos (VAB), la hotelería aportaba unos 8.000 millones; suponiendo que esta cifra fuera el doble en términos de facturación, se situaría muy por debajo de la facturación asociada con el sector de ciencias de la vida.

Crecimiento del empleo

Lo que es más importante, entre el 2013 y el 2015 el crecimiento de la ocupación en el sector empresarial en este sector ha sido del 25%, superando ampliamente el importante aumento registrado en la hotelería (7,9%) en la provincia de Barcelona. Si a los ocupados en la hotelería se suman los trabajadores de la restauración en la provincia de Barcelona el año 2015 la cifra asciende a 161.000 personas. Y si a esta cifra se le suman los trabajadores de otros sectores vinculados directa o indirectamente con el turismo (transporte, agencia de viajes y alquileres de vehículos, servicios culturales y de entretenimiento, entre otros) la cifra total aumenta hasta los 280.000 ocupados. No obstante, esta cifra sobreestima el peso del sector turístico en sentido estricto, ya que solo una parte de la facturación de estos otros subsectores está vinculada directamente al turismo. Pero incluso tomando como referencia el concepto amplio, el crecimiento de la ocupación en este conjunto de actividades directa o indirectamente asociadas con el turismo entre 2013 y 2015 en la provincia de Barcelona ha sido del 9,4%, muy inferior al 25% del sector de ciencias de la vida.

Además, hay que tener en cuenta que las empresas de este sector son solo una parte del conjunto de actividades que se agrupan bajo este concepto. El sector empresarial incluye los siguientes subsectores: biotecnológicas (221 empresas), farmacéuticas (46), de tecnologías médicas innovadoras (94), ingenierías y proveedores (208), de servicios profesionales y consultoría (130) y entidades de inversión (26). Entre estas empresas se incluyen las que operan en el ámbito conocido como 'digital health' (40), que abarca actividades como la bioinformática y la investigación computacional, las consultas o citas médicas, la monitorización y seguimiento de pacientes, la imagen médica y realidad virtual, los servicios cognitivos personalizados y las soluciones de software.

Más de 5.000 investigadores

Junto a este núcleo empresarial, Catalunya cuenta con un sistema hospitalario constituido por 195 establecimientos de diferentes tipos (públicos y privados, hospitales y centros socio-sanitarios y psiquiátricos) que en total ocupan a unos 89.000 trabajadores, y un total de 89 entidades e infraestructuras de investigación relacionadas con las ciencias de la vida y la salud: 41 centros de investigación, 15 hospitales universitarios, 11 universidades que ofrecen estudios de ciencias de la vida, dos grandes infraestructuras científicas, siete centros tecnológicos y 13 parques científicos y tecnológicos con actividades en ciencias de la vida. Los 15 hospitales y los 9 institutos de investigación vinculados suman unos 5.000 investigadores.

En conclusión: Barcelona y por extensión Catalunya no disponen solo de una ventaja comparativa asociada con la climatología y el paisaje. También han sabido generar una ventaja competitiva derivada del conocimiento y del talento, como muestran tanto la dimensión como el dinamismo de las actividades que integran el ecosistema vinculado con las ciencias de la vida y de la salud. En gran parte, la emergencia de este ecosistema es el resultado de un compromiso social firme con el desarrollo de un sistema médico-hospitalario y una ciencia de base en este campo que ha situado Barcelona y Catalunya como referencia de primer nivel internacional.

El reto pendiente es proyectar la excelencia científica a la innovación y el dinamismo empresarial, haciendo del sector de las ciencias de la vida y de la salud, junto los otros sectores científicos y tecnológicos emergentes, un motor económico fundamental para el desarrollo económico y social de Barcelona y de Catalunya en su conjunto. Un gran paso adelante en este sentido, al que todas las instituciones del país deberían contribuir coordinadamente, sería conseguir que la Agencia Europea del Medicamento, actualmente ubicada en Londres, se traslade a Barcelona.