ALIMENTACIÓN Y HÁBITOS SALUDABLES

Las mil cualidades del té

El té es la bebida más popular del mundo por detrás del agua. Además de ser un poderoso estimulante, posee extraordinarias cualidades.

UNA TAZA DE TÉ NEGRO. Aporta flúor y mejora la dilatación de los vasos sanguíneos.

UNA TAZA DE TÉ NEGRO. Aporta flúor y mejora la dilatación de los vasos sanguíneos.

Carmen
HIERRO

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El té es la segunda bebida más consumida en el mundo, solo por detrás del agua. Se han descrito hasta 3.000 variedades de este producto estimulante que proviene de un arbusto y cuyo consumo en infusión tiene diversos beneficios para la salud, ya que ayuda a mejorar numerosas dolencias, a relajar los vasos sanguíneos y a regular el apetito, entre otras propiedades.

Todas las variantes de esta infusión tienen propiedades antioxidantes, como puede ser el caso del té verde, uno de los tipos más populares. Su consumo evita el envejecimiento prematuro de los tejidos del cuerpo y ayuda a mantener la buena salud del sistema nervioso. Además, su ingesta es depurativa y muy digestiva y por tanto, ayuda a perder peso y a disminuir los depósitos de grasa a nivel del hígado. Es rico en minerales, sodio y flúor, y aporta al organismo vitaminas A, C y E.

El té blanco gana cada día más adeptos, a pesar de que es una variedad todavía no muy extendida en Occidente. Diversos estudios han demostrado que contiene una cantidad mayor de polifenoles que el té verde, por lo que su poder antioxidante también es más potente. Se dice que es tres veces más antioxidante que el té verde y que, además, contiene la mitad de teína y tiene un efecto diurético más suave.

Otras propiedades de esta variante son que combate la fatiga física y mental, no contiene calorías, aumenta las defensas, combate el envejecimiento celular y es un buen aliado ante las enfermedades cardiovasculares, ya que su consumo baja los niveles de colesterol en sangre.

UN FAMOSO QUEMAGRASAS / El té rojo es una infusión que se somete a un largo proceso de maduración, lo que explica su intenso sabor, su color especial y su gran poder quemagrasas. La gran virtud de esta variante es su capacidad para acelerar el metabolismo, lo que puede ayudar a perder peso además de desintoxicar el cuerpo y levantar el ánimo. Su consumo es ideal en cualquier momento del día, especialmente después de las comidas, pero no se recomienda su ingesta a mujeres embarazadas, niños o personas con tratamientos médicos prolongados debido a sus efectos sobre las reacciones químicas de las células.

Otro de los tipos de té más consumidos en Occidente es el té negro, variedad sometida a un proceso oxidativo más prolongado que otros. Algunos estudios apuntan que su consumo puede reducir el riesgo de ataques cardiacos ya que mejora la capacidad de dilatación y contracción de los vasos sanguíneos y ayuda a mantener en buen estado el tejido que cubre el interior de los vasos.

Además, facilita la no oxidación del colesterol bueno, dificulta la formación de placas y aporta gran cantidad de flúor, lo que contribuye a la prevención de las caries dentales. Este tipo de té también es utilizado, en ocasiones, para aliviar la conjuntivitis, para lo que se aplican unas gotas en los ojos.

El oolong, también llamado té azul, a caballo entre las variedades verde y negra, es un tipo cada día más consumido. Entre otras propiedades ayuda a regular el colesterol y la tensión arterial y a fortalecer el sistema inmunológico, y tiene un  gran poder antioxidante.

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