ANIVERSARIO DE UN ÁLBUM LEGENDARIO

Y, al principio, fue el plátano

Cincuenta años después de la publicación de 'The Velvet Underground & Nico', recordamos las circunstancias que rodearon el que para muchos es el disco más importante de la historia.

The Velvet Underground original. Abajo, portada de su primer disco.

The Velvet Underground original. Abajo, portada de su primer disco.

NANDO SALVÀ

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¿Cuál es el álbum más influyente de todos los tiempos? Los expertos pueden discrepar -y discrepan- al respecto, pero pocos negarían que el primer disco de The Velvet Underground, 'The Velvet Underground & Nico', es uno de los candidatos más férreos al título. «Solo vendió 30.000 copias en los primeros cinco años», recordó una vez sobre él el gran Brian Eno. «Pero creo que todos los que compraron una de ellas montaron un grupo». Es más: las raíces del glam, el noise, el garage, el punk, el post-punk, el art-punk y las de cualquier forma de rock alternativo le deben buena parte de su existencia a esa grabación. Hoy mismo se cumplen 50 años desde su publicación, y su influencia no muestra signos de menguar.

Para explicarla hay que remontarse a 1965. Mientras los Beatles cantaban a lo bonito que es ir cogidos de la mano, en Nueva York un estudiante de Literatura llamado Lou Reed acababa de conocer a John Cale, un músico de formación clásica apasionado de los experimentos sonoros de John Cage. Juntos empezaron a escribir canciones sobre la adicción a las drogas ('Heroin') y el sadomasoquismo ('Venus in furs') envueltas de disonancia y distorsión. Decir que estaban avanzados a su tiempo es quedarse corto.

GREENVICH VILLAGE

Convertido en cuarteto gracias al guitarrista Sterling Morrison y la baterista Mo Tucker, el grupo empezó a tocar regularmente en un club de Greenwich Village. Fue allí donde los descubrió Paul Morrissey, socio y confidente de Andy Warhol. Inmediatamente Warhol los convirtió tanto en banda residente de The Factory, su cuartel general y epicentro de la cultura y el famoseo más hip y el trasiego de anfetaminas de Nueva York, como en protagonistas de sus espectáculos multimedia.

A lo largo de los años ha habido mucha especulación acerca del papel de Warhol en la creación de 'The Velvet Underground & Nico'. De entrada diseñó su imagen, el plátano que podía pelarse; una de las portadas más famosas de todos los tiempos. También recibió el crédito de productor, pero en sentido estricto no ejerció de tal. El artista proporcionó al grupo visibilidad y fondos, y tomó la decisión de grabar el disco primero y tratar de venderlo a una discográfica después, en lugar de proceder a la inversa como era habitual. Así nadie interferiría en el resultado. Asimismo el artista aportó un último elemento a la grabación: a Christa Paffgen, modelo y aspirante a cantante más conocida como Nico. Con su imagen etérea y gélida la alemana, en palabras de Warhol, aportaría «algo hermoso para contrarrestar la fealdad».

DROGAS, SEXO Y SORDIDEZ

Porque el universo que las letras de Reed retratan es feo: drogadictos en busca de su dosis ('I'm waiting for the man'), jóvenes que caen en la prostitución ('There she goes'), paseos por sórdidas estaciones de metro ('Run Run Run') y por el decadente ambiente de los ricos ('All tomorrow's parties') y paranoicas resacas tras noches de excesos químicos ('Sunday morning'), todo ello descrito con objetividad periodística y, a la vez, con poética capacidad evocadora. Para vehicular esas historias la banda recurrió a instrumentaciones y estructuras sonoras sin precedentes, combinando remolinos de violas, guitarras distorsionadas y tambores tribales con momentos de calma, ternura y melancolía y alternando rock crudísimo con baladas de amor, R&B, nanas y sonidos nunca oídos en la historia de la música popular.

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El disco fue un fracaso comercial. 1967 fue el año del verano de la paz y el amor y el 'flower power', nada que ver con el mundo que proponía la Velvet. Las emisoras de radio lo ignoraron. La prensa solo le hizo caso para hablar de Warhol y Nico, y Reed no lo llevó bien. La alianza no tardó en romperse. Tres años después la banda habría publicado tres discos más, y ni Reed ni Cale formarían ya parte de ella.

Paradójicamente, los valores que en los años 60 convertían a The Velvet Underground en apestados -el sonido 'amateur', el desdén por las tendencias, la actitud escéptica- son los mismos que definirían la música de las décadas siguientes. Casi cualquier grupo alternativo posterior y algunos de los que llegaron a dominar el mainstream han reconocido su deuda con Reed y Cale. Sex Pistols. Patty Smith. Joy Division. Sonic Youth. Jesus and Mary Chain. My Bloody Valentine. Yo La Tengo. Nick Cave. PJ Harvey. Roxy Music. U2. R.E.M. Talking Heads. The Strokes. Todos. 'The Velvet Underground & Nico' fue y sigue siendo visionario. Y, más aún que eso, continúan siendo 50 minutos de rock fascinante y desgarrador.