Mi paisaje sin filtros

EMPAR FERNÁNDEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La experiencia hace buena la conocida afirmación de Campoamor que reza «nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira». También resulta indiscutible que, como autora especialmente interesada en la novela negra, poseo una acusada tendencia a utilizar los filtros más oscuros a la hora de escribir. Pero para hablar del Baix Llobregat, la comarca en la que vivo desde hace muchos años, descartaré el negro de la ficción criminal, desestimaré el rosa de las novelas románticas y tampoco emplearé la profusión de color de la ciencia ficción.

Creo que en esta ocasión no hay mejor tono que el del realismo, la ausencia de color que proporciona el cristal transparente, diáfano. El retrato del día a día en el que se repiten con obstinación las mismas imágenes fruto muy a menudo de esa crisis que algunos dicen que se desvanece. A saber: comercios de proximidad que bajan la persiana porque no pueden competir con las grandes cadenas, cuarteados letreros con el consabido «Se vende», «Se alquila», «Se traspasa» que cuelgan desde hace años de ventanas, puertas y balcones, carritos de la compra alineados frente a la puerta de la sede local de Cáritas, hombres y mujeres de todas las edades y procedencias hurgando en contenedores con la caída de la tarde, pensionistas que han acogido a sus hijos en paro y que hacen milagros para llegar a fin de mes o se lamentan agriamente porque la operación quirúrgica que esperaban acaba de ser aplazada sine die.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"En el retrato\u00a0","text":"fruto de la crisis"}}

Por otra parte, y a pocos pasos, se elevan los edificios de oficinas de nueva construcción que van siendo ocupados a buen ritmo y se llenan de jóvenes mileuristas, se levantan infraestructuras que hacen de la comarca un territorio bien comunicado, la gente se divierte en las fiestas mayores, participa en todo tipo de actos populares y frecuenta bibliotecas, plazas y jardines.

Junto al río, en algunos tramos de su curso más bajo que nos recuerdan un pasado no tan lejano en el que vivíamos de la tierra, la estrecha franja de huertos tiene un aspecto magnífico.