Diego Enrique Osorno: «Carlos Slim no está a la altura de su fortuna»

Tras tomar el pulso al zapatismo y contar el narco por dentro, el reportero se aproxima a la figura de Carlos Slim, el ciudadano más rico de Latinoamérica. Tres encuentros con el magnate y 100 entrevistas a su entorno retratan a un hombre impermeable a las desdichas de México.

Diego Enrique Osorno, reportero estrella de Latinoamérica, visitará esta semana Barcelona y Madrid.

Diego Enrique Osorno, reportero estrella de Latinoamérica, visitará esta semana Barcelona y Madrid.

POR núria navarro

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La fortuna de Carlos Slim Helú, el hombre más rico de Latinoamérica, ronda los 80.000 millones de dólares (71.000 millones de euros). Según Intermón Oxfam, tardaría 220 años en gastar su dinero a razón de un millón de dólares al día. Eso, en un México que contabiliza más de 55 millones de pobresDiego Enrique Osorno, reportero estrella de Monterrey que ha inventariado el zapatismo y ha escarbado en el narco, se preguntó un día si Slim era un hombre bueno. La respuesta: el libro 'Slim' (Debate), en el que teje un centenar de voces de afines y adversarios del magnate con la del propio patrón de Telmex, el poderoso del que muchos prefieren no hablar.

¿Por qué Slim provoca tanto temor? Es alguien que se enfrenta de manera directa a enemigos y críticos.

¿Directa o feroz? Uno de sus principales adversarios es Televisa, que le acusa de haber manipulado, con el consentimiento de los gobiernos de Nicaragua y México, una investigación en su contra por tráfico de nueve millones de dólares en efectivo por Centroamérica en camionetas con su logo.

En su caso, ¿alguna querella? ¿Extremidades rotas? No. Desde la publicación del libro en México no ha habido ninguna acción en los tribunales. El hecho de que esté incluida su versión -le entrevisté en tres ocasiones, unas siete horas en total- es un pararrayos. Él y su equipo sabían la perspectiva crítica con que lo abordé. 

Usted nunca ha escondido su simpatía por los zapatistas. ¿A qué viene el interés por Slim? Están conectados, ¿no? Ambos hablan de cómo funciona el dinero y de las consecuencias de que unos acumulen y otros sufran las consecuencias. En una cara de la moneda de México aparece el águila y en la otra, el sol.

¿Slim es el águila? Depende de quién lo mire.

Pongamos que lo mira usted. Slim es un hombre calculador que representa el capitalismo latinoamericano, un concepto que ahora se está empezando a definir.

Un adelanto. El latinoamericano es un capitalismo que se beneficia del subdesarrollo, de la debilidad de los estados, de la falta de regulación del mercado y de instrumentos judiciales ineficaces. Además, Slim tiene una extraordinaria visión financiera y una buena relación con hombres clave del poder.

{"zeta-legacy-key":{"title":"claves biogr\u00e1ficas","keys":[{"title":"Naci\u00f3 en Monterrey, M\u00e9xico,\u00a0en 1980.","description":"\u00a0Estudi\u00f3 Periodismo en la Universidad Aut\u00f3noma de Nuevo Le\u00f3n.\u00a0Es reportero del Grupo Milenio desde el 2000."},{"title":"Es autor de los libros\u00a0","description":"\u2018El c\u00e1rtel de Sinaloa\u2019 y \u2018La guerra de los Zetas\u2019. Y\u00a0Premio Nacional de Periodismo 2013, que dedic\u00f3 al Ej\u00e9rcito Zapatista de Liberaci\u00f3n Nacional."},{"title":"Form\u00f3 parte de la Comisi\u00f3n de la Verdad de Oaxaca,","description":"que document\u00f3 cr\u00edmenes de lesa humanidad y consign\u00f3 a funcionarios involucrados en ejecuciones y actos de tortura."}]}}Carlos Salinas de Gortari, presidente entre 1988 y 1994, por ejemplo. ¿Fue la palanca de su riqueza? Fue quien le dio la concesión y el monopolio de Telmex -empresa de telecomunicaciones- durante seis años, pero lo hizo emitiendo un documento legal. Yo destacaría aún más el papel de los siguientes presidentes: Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006). El primero mantuvo el monopolio, y lo hizo de facto. Y el segundo llegó al extremo de poner como secretario de Comunicaciones y Transportes a un empleado de Slim.

Tres presidentes extendiendo la alfombra roja. Slim ha logrado trascender a todos los clanes que hay en México, incluidos los del PRI, partido que gobernó con autoritarismo y corrupción durante más de 70 años. Ha creado su propio feudo de poder.

¿Cómo se explica? Sabe leer los códigos de su tiempo y actuar de manera cortesana para conseguir lo que quiere. Es alguien con una extraordinaria habilidad matemática, una disciplina sorprendente y un nivel impresionante de información. Tanto lee sobre los planes de desarrollo de China para el 2050, como sabe lo que pasa en la redacción del diario 'Reforma' o los resultados de la liga de béisbol, una de sus grandes aficiones, que comparte con su amigo Fidel Castro.

Le cautivó, noto. Es alguien que trabaja muchísimo y tiene una vida muy austera en comparación con los estándares del millonario mexicano. Slim piensa en su siguiente inversión, no en navegar en yate por aguas del Bósforo. Vive en la misma casa desde hace 30 años. Conduce él mismo su coche. Lo más extravagante que se le conoce es la celebración del 80º aniversario de Sofía Loren, la actriz que admira desde su juventud.

Pero es impermeable a los dramas de  México. Da respuestas que no le comprometen. Se muestra muy políticamente correcto.

Le apretó sobre Chiapas, sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa... y se zafó. Le pregunté por qué no se pronuncia en un momento en que muere gente, hay torturas, desplazados, desaparecidos. Desde hace 10 años, el problema ya no es el Gobierno. El fallo es sistémico. Y él me respondió: "Nosotros tenemos que hacer lo que tenemos que hacer, independientemente de lo que pase alrededor". Es una frase muy fuerte, ¿no?

Los inquisidores decían algo similar. Slim es un hombre pragmático.

Hay quien le compara con Bill Gates. ¿Resiste la comparación? En comparación con Gates, o con Warren Buffett, su filantropía es tacaña. Slim no está a la altura de su fortuna. Da unos cuantos millones a Bill Clinton, ayuda a presos en México, financia investigaciones médicas de enfermedades raras. Nada considerable. Y ahí podemos medir de manera objetiva su generosidad como empresario, porque la filantropía es un modelo empresarial de relación con la sociedad. Si en ese terreno se mueve así, imagine con respecto a los dramas que vive el país. Está al margen de las dinámicas. Es impermeable a la tragedia.

Usted inició su indagación queriendo saber si Slim era un hombre bueno. Fue el motor de la exploración, sí.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"La falta de regulaci\u00f3n de los negocios\u00a0","text":"\"La falta de regulaci\u00f3n de los negocios\u00a0de Slim ha perjudicado el bienestar de los mexicanos en 129.000 millones de d\u00f3lares\"\u00a0"}}¿Y? Alguien que acapara una cantidad escandalosa de dinero en un país con 55 millones de pobres -11 de ellos, instalados en la pobreza extrema- y no procura un mayor bienestar colectivo no debería de sentirse exitoso. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la falta de regulación de los negocios  de Slim ha significado una pérdida de bienestar de los mexicanos superior a los 129.000 millones de dólares [110.000 millones de euros]. Eso es un fracaso.

Seguramente, él no lo percibe así. Para él, "lo importante en la vida es amar la vida y lo que la vida ofrece".

Por tanto, ¿su conclusión es que no es un hombre bueno? En el trato personal es un buen tipo. Alguien sencillo, cordial, nada ostentoso. Mientras iba investigando, me sorprendió que muchas de las mentes más lúcidas y críticas del México de los años 60 fueran amigos suyos: Carlos Monsiváis, Fernando Benítez o Julio Scherer, a quien Slim ayudó a pagar el rescate de su hijo secuestrado. ¿A qué se debía que gente de izquierda hablaran tan bien de él? Después de charlar con Slim, entiendo a qué se referían.

¿A qué se referían? Es un hombre con el que puedes conversar pese al poder que tiene. Lo que es moralmente condenable es su fortuna, un fracaso para un país donde las leyes deberían de ser iguales para todos, donde se asegurara un reparto equitativo de la riqueza.

No están desligados. ¿En los negocios tampoco tiene miramientos? Solo le interesa el objetivo. Un ejemplo: su amigo Lorenzo Zambrano, presidente de la cementera Cemex, decidió comprar una pequeña participación en una telefónica competidora de Telmex. Slim cortó la relación e invirtió en la Cementera Moctezuma.

Eso es venganza. Tiene una fijación con las estrategias militares. Le fascina Gengis Kan. Me subrayó que el líder mongol fue quien más transformó el mundo en el segundo milenio, siendo "tecnológicamente más atrasado que sus conquistados", porque "tenía estrategias de lucha muy ingeniosas". 

¿Las suyas tienen zonas opacas? No he podido encontrar negocios ilegales, ni blanqueo de dinero, ni tráfico de armas, ni relación alguna con el narco. Todos sus asuntos se ajustan al sistema y a las relaciones personales.

¿De quién se fía? Oye a sus hijos, sobre todo a Marco Antonio, y a sus yernos, Daniel Hajj y Arturo Elías Ayub. En otro nivel están el futurólogo Alvin Toffler, lo estuvo García Márquez y lo está Felipe González, que no es formalmente su asesor, pero sé de primera mano que ha presentado a Slim a diversos gobiernos para hacer inversiones.

¿En España también? Juan Antonio Pérez Simón, uno de sus socios en los años 90, intentó hacer inversiones en España pero no se concretaron. Ahora entrará en competencia directa con Amancio Ortega.

¿Por pique con el que está más arriba en la lista Forbes? Porque ve negocio. Ha anunciado una cadena de ropa, Philosophy, que abrirá 100 tiendas en el 2017 y será competencia directa de Zara.

¿Ortega y Slim se llevan bien? Su relación es afable, pero a la hora de los negocios no hay afabilidad que valga.

TEMAS