CONSECUENCIAS DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA

El coche compartido atrae a la industria del automóvil

Un vehículo de Car2Go circula por la Puerta de Alcalá, en Madrid.

Un vehículo de Car2Go circula por la Puerta de Alcalá, en Madrid.

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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¿Quiere comprar compartir el coche? Esta pregunta que hoy parece desconcertante puede convertirse en algo habitual en los concesionarios del futuro. Los fabricantes de coches trabajan para que el car sharing y otras formas de la nueva movilidad formen parte de su negocio. Quieren transformarse de meros productores de vehículos a proveedores de servicios de movilidad. Para conseguir ese objetivo han diseñado planes de reorientación de su rumbo, pero tendrán que competir con una constelación de start-upsque han conectado con los nuevos gustos de los jóvenes e incluso de clientes de más edad seducidos por la nueva movilidad colaborativa. Y todo ello con nuevos competidores en el horizonte como Google Apple.

El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, hizo un hueco en sus explicaciones sobre el dieselgate para esbozar la evolución del grupo alemán hacia un proveedor de servicios. «No triunfaremos con la forma de pensar y actuar que teníamos ayer», aseguró Müller en la presentación de los resultados del 2015, al tiempo que anunciaba la creación de una filial con la agilidad necesaria y abierta a alianzas e inversiones estratégicas para crecer en los servicios a la movilidad con el objetivo de que en el 2025 representen «una parte sustancial» de los ingresos de la multinacional.

Volkswagen, al igual que el resto de fabricantes automovilísticos, intentan reaccionar para no quedar al margen de la nueva movilidad que ya impulsan empresas como UberBlablacarZipcar y Social Car.

Algunas marcas llevan la delantera diseñando la nueva estrategia e incluso han dado pasos en esa dirección. Daimler fue el grupo automovilístico pionero en apostar por alternativas a la compra tradicional de sus vehículos de las marcas Mercedes y Smart con la creación de la plataforma de alquiler por minutos de sus utilitarios Car2Go, presente ya en 30 ciudades, incluida Madrid.

El grupo francés Peugeot-Citroën (PSA) acaba de anunciar la compra de una participación accionarial valorada en 18 millones de euros en la firma de car sharing francesa Koolicar con el fin de impulsar su desarrollo.

Ford está llevando a cabo pruebas piloto de coches compartidos y de aparcamientos inteligentes en Alemania y Londres y ha creado la nueva estructura Ford Pass para captar clientes adicionales a los habituales compradores de automóviles. Para ello se ha aliado con la firma de car sharing Flinkster y ha creado su propia firma Ford Carsharing, que ofrece a sus clientes en sus concesionarios en Alemania.

«Cuando miramos hacia el futuro, está claro que estamos ante una revolución en materia de movilidad, desde el car sharing hasta la conducción autónoma, pasando por la experiencia de usuario», indicó el presidente de Ford, Mark Fields, durante la pasada edición del Mobile World Congress.

La apuesta de Ford se basa en los cambios de hábitos de los consumidores. Una reciente encuesta realizada por la compañía en Europa muestra que el 55% de los ciudadanos europeos están dispuestos a compartir su vehículo y que el 78% de ellos llevarían a otras personas en su coche a cambio de una retribución.

OTROS AFECTADOS

 Pero la movilidad colaborativa no solo afecta a los fabricantes de coches, también lo hace en otros operadores como las firmas de alquiler de vehículos. Detrás del líder mundial en car sharing Zipcar se encuentra Avis, que compró la empresa por 446 millones de euros en el 2013. La operación incluye la filial española Avancar.

Los fabricantes de coches y las operadoras de car sharing coinciden en la previsión un fuerte incremento de las alternativas a la propiedad del vehículo. Ford prevé un aumento del 23% hasta el 2025 en Europa. Actualmente, esta fórmula cuenta con 5,8 millones de usuarios en todo el mundo, de los que 2,1 se encuentran en Europa. Para el año 2021, la consultora Boston Consulting Group prevé que las cifras se disparen hasta unos 35 millones en todo el mundo, de los que 14 millones serían de Europa. Según el mismo estudio, el car sharing puede restar 278.000 matriculaciones de turismos en Europa.