Acertar prendas sin desvestirse

Seis excompañeros de doctorado crean eficaces probadores de ropa virtuales

Juanma Sánchez, en el edificio Eureka del Campus de la UAB.

Juanma Sánchez, en el edificio Eureka del Campus de la UAB.

CARME ESCALES

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Probarse ropa y experimentar combinaciones con varias prendas en cuestión de segundos y sin necesidad de desvestirse no es ciencia ficción. Juanma Sánchez y cinco amigos con los que había compartido clases de doctorado en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) pensaron que su dominio de la tecnología podía tener nuevas utilidades.

«Hacemos aplicaciones interactivas que utilizan una cámara y una pantalla para que los usuarios puedan interactuar con los contenidos que se emiten. Sirve para tiendas y agencias de publicidad. Nuestra tecnología principal permite crear un probador virtual», explica Sánchez.

«A partir de la experiencia con el probador virtual, se puede hacer una preselección de las piezas preferidas para continuar el proceso de compra habitual, es decir, probarse la ropa físicamente y, si realmente encaja, comprarla. Con el probador virtual se pueden hacer fotos y compartirlas con amigos o familiares para recoger su opinión. Y, al mismo tiempo, el sistema recopila información sobre cómo se utiliza, para que la tienda sepa qué piezas son las que más se prueban los usuarios, y qué combinaciones gustan más, entre otros datos», declara el cocreador del invento. «El probador también permite a los niños vestirse virtualmente de sus personajes de ficción favoritos», añade.

Con la aportación mínima requerida de 3.000 euros para consituir una Sociedad Limitada (SL), el ingenio de los impulsores de SEKG tuvo la gran suerte de «conquistar a la gente de Mitsubishi Electric, relacionados con el sector de la seguridad y, a partir de allí, obtener financiación pública para desarrollar proyectos de R+D+I que permita idear las tecnologías que ofrece la empresa», detalla Juanma Sánchez.

Aitech está vinculada al Parc de Recerca de la UAB, que facilita a empresas emergentes poder alquilar espacios de oficina, disponer de servicios asociados a la búsqueda de financiación, de protección de la propiedad intelectual y también el acceso a programas de coaching y formación, así como mecanismos de visibilidad a la empresa.