El principio del fin de las placas franquistas en las fachadas de Barcelona

Nou Barris y Gràcia, primeros distritos en comenzar la retirada de las placas con simbología franquista de las fachadas, los últimos vestigios de la dictadura en el espacio público

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Los distritos de Nou Barris y Gràcia han empezado a retirar las cerca de 370 placas franquistas de la vivienda que todavía había en diferentes edificios de sus barrios, después de un proceso de inventariado que se ha llevado a cabo durante los últimos meses. El Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado por carta a los vecinos la retirada de estas placas, que identifican los edificios construidos durante la dictadura.

Aparte de las 204 placas censadas en Nou Barris y las 163 que se han identificado en el distrito de Gràcia, el comisionado de Programas de Memoria del AyuntamientoRicard Vinyes, cifra en unas 270 más las que hay en el resto de Barcelona y prevé que el proceso de retirada habrá finalizado en el plazo de un año y ha asegurado que se trata “de los últimos vestigios de la dictadura franquista que hay en el espacio público de la ciudad, que muchos grupos y entidades de la ciudad habían pedido, reiteradamente, que se retiraran.”

La iniciativa se enmarca dentro de una política de ciudad para hacer visible la memoria histórica y democrática y el rechazo al franquismo, y ya se está haciendo extensiva a otros distritos donde las entidades también han manifestado esta necesidad; en este sentido, la concejala de Nou BarrisJanet Sanz, ha afirmado que “la ciudad y los distritos tenemos el deber de poner fin a este elemento anacrónico e inaceptable que es la presencia de placas franquistas en nuestras calles”.

BORRAR LA SIMBOLOGÍA FASCISTA DE LAS CALLES

Según Eloi Badiaconcejal del Distrito de Gràcia, con esta iniciativa se da “normalidad a una cuestión que hacía más de cuarenta años que arrastrábamos, y procedemos a recuperar la expresión democrática de no tener simbología de enaltecimiento fascista en las calles de nuestra ciudad”.

La Ley 52/2007 de memoria histórica delega en las administraciones locales la retirada de los símbolos franquistas de todos los edificios y otros espacios públicos. En el ámbito privado, el Ayuntamiento ha decidido impulsar proactivamente la eliminación del legado franquista, y previamente ha informado a todos los propietarios y vecinos de la retirada de estas placas.

Tanto el proceso de identificación como el que ahora se inicia de retirada de las placas se han llevado a cabo mediante personas provenientes de los planes de empleo municipales.