Cuando Barcelona saqueó Guinea

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icoy34010376 barcelona 23 05 2016 barcelona fotos ikunde mus160524180110 / ARCHIVO MUSEU DE ETNOLOGIA

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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"Un pasado tan reciente como desconocido de nuestra ciudad". Con esta premisa se anuncia 'Ikunde, Barcelona, metrópoli colonial', la exposición que marca un antes y un después en la nueva orientación ideológica del Museu de les Cultures del Món, más comprometida con temas de memoria histórica y de denuncia social. Su inauguración está prevista para el 10 de junio y el título hace referencia al centro de adaptación y experimentación zoológica que el Ayuntamiento de Barcelona instaló en 1959 en la selva guineana durante la colonización española de un país rico en algodón, cacao, café, caña de azúcar, maderas nobles y minerales.

Fue en Ikunde donde el primatólogo Jordi Sabater Pi, que era el director del centro, se hizo con Copito, un ejemplar de gorila blanco único, que Benito Mañé, un guineano de etnia fang, capturó en una plantación tras matar a su madre que buscaba comida. El animal albino se convirtió en un icono barcelonés tan reconocible como el Barça y la arquitectura de Gaudí. Desde su llegada al zoo (1966) hasta su muerte (2003) fue una celebridad mundial. Llegó a ser recibido por el alcalde José María de Porcioles en el ayuntamiento e, incluso, a tener carnet de identidad, además de portadas en la prensa internacional y fiestas con pastel de frutas en todos sus cumpleaños.

CAZA Y CAPTURAS

"Las campañas etnográficas en Guinea estuvieron muy vinculadas a las que realizaba el Zoo de Barcelona con capturas y caza", aseguran los comisarios de la exposición, Alberto López Bargados, profesor de Antropología Social en la Universidat de Barcelona; Andrés Antebi, antropólogo, documentalista y uno de los fundadores de l’Observatori de la Vida Quotidiana (OVQ); el historiador Eloy Martín y el antropólogo Pablo González. En concreto, Ikunde estuvo financiado por el zoo, Parques y Jardines del ayuntamiento y el propio Museu Etnològic, que entonces dirigía August Panyella. 

La exposición no deja títere con cabeza. Apunta a los políticos franquistas, a los misioneros claretianos que se cargaron las costumbres de las tribus y a los empresarios catalanes que se enriquecieron en esa Guinea colonial con mano de obra tan barata, entre ellos el padre de Fèlix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música, que envió a su hijo a que adquiriera experiencia de joven en sus plantaciones africanas, propiedad de la Compañía Agrícola Industrial de Fernando Poo, que él presidía. Tampoco se salvan el ayuntamiento, el zoo ni el propio Museu de Etnologia, que luce en sus vitrinas algunos tesoros de la cultura fang. "Lo que hizo Barcelona en esa colonia africana fue un expolio y un saqueo. Se llevaron dinero a capazos sin ningún tipo de escrúpulo", critica Antebi.

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"Los misioneros claretianos modificaron violentamente la religión, la estructura familiar, la manera de vestirse y los hábitos de los guineanos", señala en su libro 'Guinea Ecuatorial, historia en blanco negro', Gustau Nerín, antropólogo e historiador especializado en el estudio del colonialismo español en África y uno de los asesores de esta exposición. "Y continuamos ejerciendo políticas coloniales sobre los inmigrantes que viven en Barcelona", declara López Bargados.

"A diferencia de lo que la gente se imagina, la auténtica metrópoli de Guinea colonial no fue Madrid sino Barcelona", asegura Josep Fornés, director del Etnològic y del Museu de les Cultures del Món. La muestra confirma los vínculos entre Barcelona y la colonia africana a través de documentos procedentes del zoo, el Arxiu de Catalunya, el Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, la Biblioteca Nacional de Catalunya, el propio Etnològic y el Arxiu Comarcal d'Osona. En este último se encuentran datos y fotografías de las misiones emprendidas por los Claretianos, que tienen su sede central en Vic.