EDUCACIÓN Y PREVENCIÓN

Bàrbara Melenchón: "Se trata de deconstruir para volver a construir"

La responsable del departamento Informació i Atenció a les Dones asegura que la violencia machista visible es solo la punta de un enorme iceberg

Bárbara Melenchón, en el paseo de Sant Joan.

Bárbara Melenchón, en el paseo de Sant Joan. / periodico

Luis Benavides / Barcelona

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Bàrbara Melenchón (Barcelona, 1969) es la responsable del departamento Informació i Atenció a les Dones del Ayuntamiento de Barcelona, incluida en la concejalía Feminisme i LGTBI, una dirección creada en octubre del 2016. «La violencia machista que atendemos o vemos es solo la punta del iceberg muy grande. Según los últimos datos, en Barcelona, el 29% de las mujeres habían vivido un episodio de violencia machista grave a lo largo de su vida».

–¿Qué se entiende por violencia machista? 

–Se ha producido una evolución conceptual. Antes, lo que ahora denominados violencia machista, eran temas de la intimidad de las parejas, hechos que sucedían en el ámbito doméstico. Ahora violencia machista hace referencia a cualquier tipo de violencia sufrida por las mujeres por el hecho de ser mujeres.

–Es un problema sistémico, que viene de lejos.

–Sí, en algunos países comienza incluso antes del nacimiento, con los abortos selectivos. Además, es un problema transversal, que afecta a todas las mujeres, independientemente de su formación o estatus social.

–En Catalunya se habla propiamente de violencia machista desde el 2008.

–Sí, fue con la Ley que impulsó el Parlament de Catalunya, con una vertiente social, la Ley del derecho de las mujeres a la eradicación de la violencia machista. Esta ley determinaba que la violencia machista era cualquier tipo de violencia que puedan sufrir las mujeres por el hecho de ser mujer dentro de cualquier ámbito, y que establecía diferentes tipos de violencia: física, psicológica, sexual, económica, tráfico de mujeres... El abanico es muy amplio.

–La erradicación pasa por la educación.

–Sí, por la educación, pero también por actuaciones y estrategias de tipo preventivo. Es necesario un cambio de comportamientos y actitudes, de las expectativas de los hombres respecto a las mujeres y de las propias mujeres sobre ellas mismas, del papel de los medios de comunicación y de algunos programas de tele basura... El sistema patriarcal, con estas agresiones a las mujeres, impregnan toda la sociedad. 

–Cada vez hay mayor sensibilización sobre el tema.

–Las mujeres son personas de pleno derecho a nivel legislativo, pero no en la realidad. Todavía hay mujeres, por ejemplo, que cobran menos que los hombres aunque desempeñen las mismas funciones que ellos. 

–¿Los jóvenes de hoy son menos sexistas que sus abuelos?

–Las estadísticas muestran unos datos preocupantes, con chicos que piensan que la mujer debe quedarse en casa cuidando de los hijos porque es lo que le ‘toca’. Se han puesto en marcha diferentes estrategias de prevención del sexismo como la red de escuelas para la igualdad, talleres de prevención de la llamada ‘trampa  romántica’ en los institutos –desmontando ideas como ‘mi chico es celoso porque me quiere mucho’– y estands en fiestas mayores y zonas de ocio nocturno.

–Existen servicios para informar y atender a mujeres, pero también para ellos.

–El agresor también debe tener la oportunidad de cambiar. Cuando ves que pierdes los papeles con tu pareja y gritas es el momento de buscar ayuda psicoterapéutica. Se trata de deconstruir para construir: cambiar roles, expectativas y buscar relaciones equitativas. En este sentido, destacaría el SAH, un servicio de atención a hombres para la promoción de relaciones no violentas, y el SAH Jove, para  jóvenes de 12 a 18 años.

Páginas de información de la ciudad realizadas con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona.