Al contrataque

Obama ante el desastre

Obama abraza a una mujer, durante un encuentro con afectados por el huracán 'Sandy', el pasado 31 de octubre en Brigantine (New Jersey).

Obama abraza a una mujer, durante un encuentro con afectados por el huracán 'Sandy', el pasado 31 de octubre en Brigantine (New Jersey). / KXS**NY**

MANEL FUENTES

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Hoy los norteamericanos eligen presidente sin que aquí se oigan los comentarios de café de hace algunos años que pedían votar en esas elecciones porque las decisiones de la Casa Blanca siempre nos acababan condicionando. Ahora eso no pasa. Pensamos más en Alemania que en Estados Unidos como condicionador. Y no solo es que los alemanes como comandantes del euro nos marquen la marcha (que también), sino que además vemos que los americanos no tienen hoy la potencia mundial de antaño.

En EEUU la recta final de la campaña ha estado marcada por el huracán Sandy, las decenas de muertos y la devastación que ha dejado en amplias zonas de Nueva York y Nueva Jersey. Y en esta crisis no solo ha emergido un Barack Obama como gran gestor del desastre, comprometido y solidario, sino que además hemos visto cómo el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, se arremangaba al lado del presidente y lo elogiaba, ¡siendo Obama demócrata! Sentido de Estado. Sentido de la responsabilidad. Política con sentido. ¿Se imaginan aquí a la gran promesa del PSOE (si es que hubiera alguna) apoyando una gestión valiente de la crisis por parte de Rajoy (en el caso de que algún día la haga)? Estamos demasiado acostumbrados a buscar un enemigo exterior que nos exculpe de nuestra responsabilidad, de gestionar las prebendas pero no los problemas, de gesticular y mirar para otro lado porque ante los problemas no queremos ser vistos como los que ponen firmes al personal.

No voy a hacer una crítica feroz de nuestros políticos ni un elogio desmesurado de los americanos, ya que entre otras joyas han dado al mundo tipos como Reagan o George W. Bush. Sí, en EEUU vales lo que tienes y las desigualdades siempre fueron feroces, pero nunca lo escondieron. El capitalismo era así. Creaba desigualdad y vivía de ella. Hasta que estuvo a punto de irse al garete cuando se desplomó Lehman Brothers, se destapó el pastel y el capital pidió al Estado que interviniera. Y consumada la inmoralidad, apareció Obama. Representaba la esperanza y la dignidad, pero se dio de bruces con la realidad. En EEUU, ni el Congreso ni el Senado son decorativos; ni los lobis, invisibles; ni el Tea Party, una reunión de adorables viejecitas. En cuatro años, Obama no ha puesto contra las cuerdas a Wall Street, sino que viendo la magnitud del desastre se ha comprado asesores terribles como Timothy Geithner, que ya operaba con Bush, y pese a la monumental deuda se ha apuntado a fabricar dólares sin parar para no frenar al mundo entero.

Un abrazo creíble

Ahora esto cambiará y la austeridad también llegará a América. A ver cómo la gestiona Obama, ya que no tengo ninguna duda de que será reelegido. Y se lo merece. Hizo su reforma sanitaria minimizada por la fuerza de los lobis y ha cambiado la arrogante e injusta política exterior americana. Ahora va a ser más difícil, porque con la austeridad va a haber caídos. A algunos quizá solo les quede el consuelo de un abrazo. Por lo menos, si los da Obama, como los dio en Nueva Jersey la semana pasada, me los creo.