Al contrataque

Más que un lavado de imagen

El Rey y Hermida, en la entrevista de este viernes en TVE.

El Rey y Hermida, en la entrevista de este viernes en TVE. / periodico

Manel Fuentes

Manel Fuentes

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Todas las crónicas periodísticas con motivo de su 75º aniversario han hablado de los méritos del reyJuan Carlos en pasado. Es como si desde la transición y el 23-F la productividad y la eficacia que tanto nos reclama Europa no fueran con nuestro empleado público más notable. Y es que ya se sabe que en época de crisis todo lo que no es imprescindible se pone en entredicho. Imagino que ser rey no es fácil. Y que cuesta encontrar legitimidades cuando a uno lo pone un dictador y además no se somete a la democracia. Por tanto, me atrevo a decir que el mérito deJuan Carlos hasta anteayer ha sido inmenso. Su campechanía conectó durante muchos años con un país que, escondiéndose de monárquico, se ha sentido mayoritariamente cómodo siendo juancarlista. El Rey ha sido un buen diplomático para España, pero uno tiene la impresión de que no ha trabajado lo suficiente para cohesionar España.

No vale que ahora, después de elefantes y urdangarines, salga en elpublirreportaje de La 1 y se permita decir que falta vertebración del Estado, cuando durante años ha hecho más bien poco para querer entender y hacer respetar la realidad del Estado. ¿Por qué no se hizo propias todas las lenguas del Estado desde el primer momento y no fomentó que todo el país las viviera como una riqueza de todos? ¿Por qué no se ha hecho entender a toda la población española que desde los griegos el corredor mediterráneo es una fuente de riqueza y comercio a la que no debemos renunciar como país? ¿Por qué no se han instalado grandes instituciones del Estado como el Senado en Barcelona para vertebrar precisamente más el país e incluso pensar en una bicapitalidad? ¿Por qué se ha dejado que existiesen balanzas fiscales tan desequilibradas para algunos territorios -como Baleares, Madrid o Catalu-

nya- con respecto al resto? ¿Por qué no se ha denunciado el discurso torticero y tramposo con algunas partes del Estado que desde algunos altavoces mediáticos instalados en Madrid se ha hecho sistemáticamente?

Querer entender a España

Alguien dirá que el Rey solo entra en el discurso político cuando el Gobierno le autoriza, pero bien que cuando quiere se desmarca de sus servidumbres con viajes fantasma o cartas sobre galgos y podencos. Para estar al servicio de España hay que querer entenderla y respetarla. Si no, lo que se está haciendo es precisamente la política rupturista que ahora se lamenta de otros.

El problema de España es que hay una élite que se ha querido perpetuar desde su concepción del país como negocio. Y para ello era necesario generar una presión mediática para mantener un desequilibrio territorial beneficioso para los dueños del país. Ahora se habla deUrdangarin,pero en su día también aparecieronPrado y Colón de CarvajaloJavier de la Rosa. El reyJuan Carlosacaba de cumplir 75 años, y aparte del homenaje deJesús Hermidaes de justicia que también reciba el nuestro, pero hoy los tiempos son otros y de nuestro empleado público más destacado necesitamos que haga algo más que un lavado de imagen. Es un tiempo para la acción. Tal vez ha llegado la hora deFelipeo de la República.