«Les Corts no tenía fama, pero sí asilos y hospitales»

El director y presentador de 'Valor afegit' el programa de economía que emite TV-3 la noche del miércoles, es la cuarta generación de una familia de comerciantes 'corsencs'. Por eso, el periodista Albert Closas destaca los negocios de barrio en su recorrido por Les Corts.

La saga Oller Análisis y fármacos desde 1860FERRAN OLLER ES EL FARMACÉUTICO TITULAR Y ESPECIALISTA EN ANÁLISIS CLÍNICO EN LA EMBLEMÁTICA FARMACIA DE LES CORTS (CONCÒRDIA, 3).

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CARME ESCALES
BARCELONA

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Olor a pan. Es increíble cómo algo tan simple, un aroma que llega al olfato, así, al vuelo, en un instante, pueda situar de inmediato a una persona adulta en su infancia. Olfato y gusto de Albert Closas (Barcelona, 1959) han guardado a lo largo de los años el olor y el sabor de los llonguets, los panecillos que amasaba y horneaba su abuelo materno, que desde los años 20 había regentado una panadería en la plaza de la Concòrdia, en el núcleo del barrio de Les Corts. El bisabuelo de Closas, periodista de TV-3 y responsable del programa Valor afegit, ya venía de hacer de hornero en una panadería del Eixample barcelonés. Hasta 1966, la panadería de la plaza de la Concòrdia fue uno de los referentes de Albert Closas, mientras jugaba a pelota con niños de su edad, en las plazas y calles del barrio en el que todavía reside hoy.

Durante su infancia, el hoy director y presentador del programa de TV-3 sobre economía Valor afegit -se emite los miércoles a las 23.30 horas, con reemisión los sábados a las diez de la mañana, pero hoy no, por la programación especial de la Mercè- atravesaba todos los días media Barcelona para ir a clase, en el colegio de los hermanos Maristes del paseo de Sant Joan. «Allí nadie conocía mi barrio. Tenía que citar siempre El Corte Inglés y el Camp Nou para que lo supieran ubicar», recuerda. «Y eso es algo que siempre, todavía hoy, tenemos que hacer los vecinos de Les Corts. Históricamente, nuestro barrio ha aportado el nombre a entidades que no estaban aquí, como el antiguo campo del Barça», puntualiza el vecino del barrio de cuyo nombre también acabó apropiándose todo el distrito.

Un gran desconocido

«'Poble perdut, barri introbable', esa  expresión del periodista Josep Maria Casasús -de su libro Les Corts, un poble perdut, un barri introbable, Edicions 62 (1976)- me ha parecido siempre una definición magnífica y muy acertada para nuestro barrio», cita Closas.

«Les Corts no ha tenido nunca ni el número de habitantes, ni la fuerza de Gràcia, ni la cantidad de fábricas y obreros de Sants, ni la burguesía de Sarrià. El nuestro es un barrio bastante desconocido, colateral. No ha tenido nunca una personalidad tan popular como los otros», añade.

«Fama no tenía, pero sí tenía asilos y hospitales. A falta de ser conocido, aquí estaban el frenopático y el Hospital de Sant Joan de Déu -donde hoy está el centro comercial L'Illa- y la cárcel de mujeres, donde está El Corte Inglés», recuerda Closas.

En el número 3 de la plaza de la Concòrdia -Farmàcia Oller- queda en pie una de las únicas fachadas originales de las casas familiares de la época (1854), la de la generación de niños que todavía corrían sueltos en aquel pequeño núcleo urbano, con fisonomía rural, rodeado de solares y descampados donde se jugaba a pelota o se paseaba a los perros. Mientras, responsables de inmobiliarias, a finales de los 70, empezaban a frotarse las manos planeando una efervescencia constructiva que toparía con la crisis de hace 30 años.

«Les Corts apuntó claramente la crisis de inicio de los 80», explica el periodista económico. «Todos aquellos grandes proyectos en solares que hasta los años 70 habían albergado antiguos conventos y asilos quedaron sin edificar. Les Corts vivió así la ascensión y caída de lo que hubiera querido ser, las nuevas y lujosas Corts. Hasta 1988 y 1989, y sobre todo con el impulso de los Juegos Olímpicos, no se reanudó la construcción», apunta Closas, situado ya en la duodécima temporada de su programa. Con entrevistas y reportajes, Valor afegit explica la economía desde el lenguaje e intereses del gran público. «Al fin y al cabo, en todas las vidas está presente la economía», dice el presentador.

Falta gente joven

Pedralbes, uno de los tres barrios que, junto a La Maternitat i Sant Ramon y el barrio de Albert Closas forman parte de Les Corts, dispara el cómputo genérico del precio del metro cuadrado en el distrito. «Nuestro barrio es tal vez uno de los más envejecidos de la ciudad. Los jóvenes lo tienen difícil para quedarse si no tienen la suerte de heredar una vivienda familiar. Ojalá se hallaran mecenas públicos para que la gente joven se pudiera quedar. Claro que también de ese modo correríamos el riesgo de morir de éxito y acabar con la intimidad del barrio», reflexiona el vecino de un barrio que levantaron  tenderos emprendedores.

Antiguos talleres como el de su bisabuelo paterno, cerrajero y herrero, impregnaron la personalidad del barrio de Les Corts y el recuerdo de valor añadido de las calles y plazas de la infancia de Closas: olor a hierro y a pan, a trabajo y a familia.