Hockey solidario

La Fundación Alex subvenciona proyectos deportivos de entidades que trabajan con personas con discapacidad Una beca permite jugar a alumnos del Centre Ocupacional de Les Corts

Muy capaces 8 Jugadores del Real Club de Polo, que apoya la Fundación Alex, celebran un tanto.

Muy capaces 8 Jugadores del Real Club de Polo, que apoya la Fundación Alex, celebran un tanto.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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Bajo el primer sol realmente cálido del año, dos equipos de hockey se enfrentan en el césped del Real Club de Polo de Barcelona (avenida del Dr. Marañón, 19-31). Los jugadores son jóvenes y adultos discapacitados, psíquicos y físicos. Los dos equipos, el Barça y el de casa, el Real Club de Polo, se encaran gracias a la beca Para nuestros héroes, proporcionada por la Fundación Alex. "Estas ayudas están destinadas al fomento del deporte entre entidades dedicadas a la atención de personas con discapacidad", dice el presidente de la fundación, Gabriel Masfurroll.

La veintena de jugadores del equipo del Real Club de Polo proceden del Centre Ocupacional de Les Corts y cada jueves llegan al campo de juego con ilusión y ganas de entrenar. "La mayoría de estos chicos venían de un colegio de enseñanza especial. En el centro intentamos que se dediquen a actividades de trabajo, pero también, gracias a la beca de la Fundación Alex, les animamos a hacer deporte", afirma Maria José Matas, presidenta de la Coordinadora d'Entitats de Les Corts.

El Real Club de Polo acoge los entrenamientos semanales y cede el campo y un entrenador, mientras la Fundación Alex financia el resto."Creemos que el deporte es la clave para que estos chicos lleven una vida normal, a la altura de sus derechos. Les va muy bien física y mentalmente", sigue Masfurroll, mientras abraza a uno de los jugadores nada más acabar el partido con un empate a dos. Y la presidenta Matas le hace eco: "Cuando empezaron con el hockey no me lo creía. Al principio no le daban ni a la pelota. Han mejorado de una forma increíble. Vuelven al centro muy contentos. Tienen la autoestima por las nubes", relata.

"Es un deporte muy guapo y somos un equipo incluso en los vestuarios", afirma la jugadora Marta Ruiz, de 39 años. Marc Mieres, de 27, lleva unos cinco años como portero del equipo del Real Club de Polo. "Nos gusta mucho. Y a mí me encanta ser el portero", explica con una sonrisa mientras sus compañeros de equipo le felicitan por una parada muy difícil que ha salvado el resultado del partido contra el Barça.

"Esta amistad es la clave de la fundación", explica Masfurroll mientras observa la escena. Decidió crear la Fundación Alex en el 2006, 30 años después del fallecimiento de su hijo Alex, con síndrome de Down, a los 3 años. "Mi mujer y yo teníamos a Alex en un rincón muy privado -explica Masfurroll, que también ha sido presidente de la Fundació Catalana Síndrome de Down durante 10 años-. Hasta que alguien me sugirió hacer algo en memoria de Alex. Con la fundación realmente vuelvo a tener a mi hijo", afirma.