Los lectores que se han ido al extranjero en busca de oportunidades explican su experiencia

"No me planteo volver a Catalunya", dice un joven desde Noruega

Joan Puente y Núria Sabater, padres de Adrià --que está en Londres--, y su hermano Óscar, hablan por ’Spkype’, anoche.

Joan Puente y Núria Sabater, padres de Adrià --que está en Londres--, y su hermano Óscar, hablan por ’Spkype’, anoche. / Alvaro Monge

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EL PERIÓDICO / Barcelona

La decisión de dejar elpaís para ganarse la vida mejor que enEspañano es una decisión fácil. Sin embargo, ante lasituación económica que atraviesa España, esta es una de las opciones por la que se decantan muchas personas, sobre todojóvenesmuycualificados. Un gran múmero de lectores deEL PERIÓDICOque han emprendido esta  aventura en elextranjero, han compartido su experiencia con el diario. Estas son resumidas algunas de las opiniones:

“No me planteo volver a Catalunya”

Resido en la ciudad de Stavanger en Noruega. En el 2010 estuve en un programa de intercambio y, al volver a Barcelona para acabar mis estudios universitarios de Grado en Turismo, vi que mi situación laboral era más que complicada pese a tener un expediente académico muy bueno con 9 matriculas de honor incluidas y amplia experiencia laboral en el sector del turismo. Por eso decidí solicitar una plaza de estudios en un máster de Dirección Hotelera en la Universidad de Stavanger.

Actualmente es mi segundo año de residencia, pero ahora que estoy integrado en el país, hablo el noruego mucho mejor que al inicio y tengo trabajo no me planteo la opción de volver a Catalunya. Es dificil tener que dejar atrás mi familia, pero como me decían siempre mis padres, “tienes que hacer lo mejor para ti”. Noruega es un país donde los estudiantes están muy protegidos y el Gobierno apoya a las diferentes organizaciones de estudiantes establecidas.

Daniel Hernández Iniesta

Stavanger (Noruega)

“Quiero volver, pero ese día está muy lejano”

Tengo 37 años, soy Ingeniero Industrial y antes de la crisis nunca se me había pasado por la cabeza la posibilidad de tener que salir de mi país a trabajar por necesidad. Mi caso es muy simple y típico: trabajaba en la construcción como jefe de obra y me quedé sin trabajo en julio del 2011. Con una deuda de 25 años de unos 650 euros al mes y una prestación de desempleo de unos mil euros al mes durante dos años, nos dar tiempo hasta principios del 2012 para conseguir trabajo en casa antes de salir.

Después de enviar muchísimos currículos, tirar de contactos, hacer cursos de reciclaje, realizar siete entrevistas en cinco meses y comprobar que no se concretaba nada, nos fuimos. En marzo llegamos a Santiago en busca de una oportunidad que en Catalunya nunca llegaba. En mayo encontré trabajo en una ingeniería/constructora muy importante que se llama Sigdo Koppers. Actualmente trabajo en Iquique, en el norte de Chile, en un proyecto de rehabilitación de una estructura de hormigón en un muelle de carga de mineral. Diría que es en Chile donde más se me ha respetado laboralmente. Todo es mejorable, pero me considero bien tratado y bien pagado.

No todo ha sido coser y cantar. Primero porque tienes que acostumbrarte a las peculiariades del mercado de trabajo de Chile, que no es como el catalán, y muchas empresas no se quieren complicar la vida contratando un extranjero por miedo al papeleo (que no es tanto) Aunque los españoles tenemos muy mala fama (sobre todo de soberbios y racistas) y los chilenos consideran que los hemos maltratado (todo el mundo tiene un primo que ha venido a España), consideran que tenemos una buena formación. Si sois titulados os recomiendo que legalizar el título, ya que, en este sentido, son muy clasistas: aunque tengas mucha experiencia no sirve de nada sin título.

Si me preguntáis si algún día quiero volver, la respuesta es sí. Al parecer ese día aún está lejano. Para mí es desesperante comprobar que, desde que nos fuimos, la situación en Catalunya no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado y que la cuenta atrás para volver aún no ha comenzado. Ahora estamos establecidos en Viña del Mar y, en general, no nos podemos quejar. Pero cuando recuerdo esos ocho meses me entra vértigo por lo que hemos hecho y las sensaciones vividas. Creo que la experiencia nos ha servido para crecer y ser más personas.

Pedro José Sánchez González

Viña de Mar (Chile)

“Buena vida, buen trabajo, buen trabajo, buena vida”.

Soy ingeniero de Telecomunicaciones con experiencia de varios años trabajando en los EEUU y en Alemania. Después de dos años trabajando fuera decidí volver a Catalunya, donde empecé a trabajar en una empresa del sector de tecnologías de la información. Allí intenté aportar ideas basadas en recetas que había visto que funcionaban en otros países pero después de varios años de decepciones a nivel profesional y casi diez años en la misma empresa, esta me despidió de manera frívola y fría.

En esta nueva situación en la que me encontraba tenía claro que la única salida era volver a emigrar diez años después de haberlo hecho por primera vez. Me preparé los papeles y comencé con la búsqueda de empleo. Los países que más oportunidades ofrecían eran Alemania, Suiza e Inglaterra. Finalmente escogimos la opción alemana, así que mi familia y yo estamos instalados en Fráncfort desde hace unos 9 meses.

Las condiciones de vida y laborales aquí son indudablemente mejores que las condiciones en Catalunya. Los salarios son más altos, las ventajas sociales mucho mejores y algo muy importante, la conciliación personal-laboral se toma con la importancia que se merece. En mi actual empresa hay un cartel muy repetido: “Buena vida, buen trabajo, buen trabajo, buena vida”. El principio básico es que para vivir bien tienes que tener un buen trabajo y si en el trabajo te sientes a gusto, podrás tener una buena vida.

Nuestro presente está aquí y vemos con preocupación todo lo que está ocurriendo en nuestra tierra pero sabemos que hoy por hoy Fráncfort es nuestra casa de acogida para una larga temporada.

David Puig

Fráncfort

“Fuera puedo dar un futuro a los míos”

Yo trabajo para una multinacional con sedes en medio mundo. Se me presentó la oportunidad de empezar en mercados nuevos y no dije que no. Es duro por todo lo que dejas atrás pero la vida no para y tienes que decidir si quieres seguir o apearte y yo he decidido seguir. Actualmente resido en Colombia y desde aquí capitaneo la expansión por America Latina. Sé que me quedan muchos años aquí pero al menos puedo dar un sentido a mi vida y un futuro a los míos.

Carles Martells

Medellín (Colombia)

“Dicen que quitamos trabajo a los locales”

Hola, yo soy unos de los pocos afortunados que he podido salir del paro en julio de este año. Pero para esta circunstancia he tenido que salir del país y en la actualidad estoy en México D.F. La empresa que me ha contratado es española, pero todo su trabajo lo tiene fuera del país: México, Emiratos Árabes, Turquía¿ Mi nivel de inglés es muy básico por lo que he tenido la suerte de ir a un país con el mismo idioma que el mío. La verdad es que se pasa mal estando fuera porque lees todas las noticias sobre la crisis, la independencia... y te preocupas con la familia que dejas atrás, sobre todo esposa e hija.

Es lamentable que para trabajar tengamos que salir del país. Además estamos creando incomodidades en los países que trabajamos porque sienten que al venir nosotros con titulaciones (ingeniero técnico en mi caso) estamos quitando puestos de trabajo a los jóvenes de estos países.

Emilio Agustina

México DF (México)

“Los sueldos en España son muy bajos”

En abril del 2010, pedí una excedencia por un año en mi trabajo, hice las maletas y emigré a Irlanda. Llegué en plena crisis irlandesa, pero aun así empecé a trabajar con unos amigos y poco a poco fui progresando profesionalmente y relajándome con el idioma. Cuando cumplió mi año de excedencia, pedí la reincorporación a mi empresa en España, y me contestaron diciendo que estaba realizando un ERE y que me informarían de si había vacante en un futuro; fue entonces cuando en España ya se estaba ahondando en la crisis. Entonces decidí quedarme aquí puesto que España, a día de hoy, no hay motivos suficientes para volver: solo puedo decir que, siendo licenciada en derecho, con un máster en derecho laboral, trabajando en un departamento jurídico en una compañía de seguros a jornada completa, cobraba menos que trabajando en irlanda como monitora de natación a tiempo parcial, que es mi profesión hoy en día. En España los sueldos son demasiado bajos

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Eva Gil Lahera

Dublín (Irlanda)