La clave

Junqueras: en misa o en la procesión

JUANCHO DUMALL

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Plenamente imbuido en el papel de paciente cónyuge de un matrimonio de conveniencia,Oriol Junquerasha decidido pasar por alto la primera infidelidad de su pareja. El líder de ERC afirmaba en una entrevista publicada ayer por este diario que «Artur Mastiene derecho a reunirse con quien quiera». Y tal vez para evitar la imagen de amante despechado, añadía que «es normal» que él no supiera nada del encuentro secreto delpresidentde la Generalitat con el jefe del Gobierno español,Mariano Rajoy. Se han equivocado, por tanto, quienes esperaban el primer ataque de cuernos de la temporada.

Pero donde el presidente de Esquerra se delata es en la respuesta, en la misma entrevista de EL PERIÓDICO, a una sencilla pregunta: ¿Se fía deMas? «En Esquerra sabemos que para convocar un referendo necesitamos a CiU y por lo tanto queremos confiar en CiU, y en particular, en elpresidentMas». Esa expresión, «queremos confiar», esconde las dudas razonables de unJunquerasque sabe que el líder de CiU va a ser sometido desde Madrid a todo tipo de invitaciones a una relación extramatrimonial.

Nueva financiación

La prensa de ayer, sin ir más lejos, recogía dos informaciones sobre un supuesto giro del Gobierno central a propósito de la financiación de Catalunya.El Paísaseguraba en su primera página queRajoyprepara una nueva financiación para las autonomías que sirva para desactivar el soberanismo catalán. Y enEl Mundo, el ministro de Asuntos Exteriores,José Manuel García-Margallo, proponía que el Estado ceda el 100% del IRPF a las autonomías y que las comunidades gestionen sus impuestos «como los conciertos forales». Es decir, se percibe un nuevo lenguaje del Gobierno del PP más comprensivo con las reivindicaciones catalanes de antes de la sacudida independentista. Unas propuestas que son descaradas invitaciones aArtur Masa romper su enlace con Esquerra y buscar una parejacomo las de toda la vida.

Reconocido partidario de los desfiles religiosos de Semana Santa, es posible queJunquerasse vea pronto abocado a optar entre estar en misa o en la procesión.