Al contrataque

Mensaje al Rey

El Rey, en el mensaje de Navidad del año pasado.

El Rey, en el mensaje de Navidad del año pasado. / sj

JORDI ÉVOLE

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Espero no llegar tarde y que donJuan Carlosaún acepte sugerencias para el mensaje de esta noche. Tengo varias ideas que le pueden ir de fábula para atraer la atención de los espectadores. Porque no sé a ustedes, pero a mí tras tantos años de discursos me parece que ha llegado la hora de innovar.

Todas las grandes cadenas emiten simultáneamente lo mismo: el discurso del Monarca. Por eso propongo que este año los directores del programa -que alguno habrá- incorporen detalles de los grandes éxitos de la temporada televisiva. Por ejemplo, que el Rey empiece su discurso sentado de espaldas, como si fuera un juez deLa Voz.Y que se levante entusiasmado cuando intente dar ánimos a los españoles, en planBisbal.

O que fichen al granChicotey nos hagan una versión de sureality.Pesadilla en la Zarzuela, un título muy apropiado teniendo en cuenta lo que se ha vivido este año en esa casa.Chicoteponiendo orden en palacio. Con diálogos chispeantes:

-Chicote: «¡Pero cómo tienes el horno,Juan Carlos! Esto es una guarrada…»

-Juan Carlos I: «Es que en esta casa hace tiempo que no está el horno para bollos…»

Petaría elshare. Ytrending topics a punta pala: #pesadillaZarzuela, #ReyChicote, #OrgulloySatisfacción...

También sería un puntazo que este año no se pasara todo el discurso sentado. Para no dar la sensación de que en España está parado hasta el Rey. Mejor que se levante, camine, se caiga... Es decir, las cosas normales que hace él. Todo muy natural, pero mirando a cámara y hablándonos. Lo que sería una versión renovada deVídeos de primeraque haría que el país se descojonase de la risa y olvidase los problemas.

Ah, y estaría muy bien que el Rey hablase de las operaciones. De las que le han hecho a él y de las otras:operación Gürtel, operación Mercuri, de los ERE falsos, de todas esas operaciones que nos tienen en vilo en la sala de espera sin saber si va para largo lo de extirpar la corrupción.

Claro y sin tópicos

Y que hable claro y sin tópicos, como en él es habitual. Y con sinceridad. O sea, que critique aGallardónpor las tasas judiciales, ya que eso puede costarle un pico aUrdangarín, con el consiguiente perjuicio para la economía familiar. Porque la familia real también está notando la crisis como todo hijo de vecino. También sufre los recortes. Cuando aborde este asunto, el Rey podría soltar una de esas frases que atraen mucho la atención del espectador. «La crisis es igual para todos», por ejemplo. Una de esas frases que a uno lo reconcilian con la monarquía parlamentaria.

¡Qué ganas tengo de que llegue esta noche! Nunca me pierdo el mensaje de Navidad. Me encanta. Tenemos un Rey tan campechano como nosotros. Me refiero a los colegas con los que me reúno cada 24 de diciembre. Comemos pizza, bebemosbirrasy apagamos la voz de la tele para oír el discurso por la radio. Como hacemos con el fútbol. Y pillamos cada trompa... Y sin necesidad de ir a Botsuana.