Al contrataque

Partido contra la corrupción

JORDI ÉVOLE

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La semana pasada, los Barça-Madrid. Mañana, los merengues en Manchester y, el próximo martes, el Milan en Barcelona. Vaya subidón. Pues si nos ilusiona más el fútbol que la ley de transparencia, tenemos que montar rápidamente un partido contra la corrupción. En plan benéfico. Los futbolistas serían caras famosas. Pero tenemos que ser rigurosos: tan solo se admitirían famosos contrarios a las corruptelas, como Luis Bárcenas. ¿O es que tú le has oído decir que es partidario del mangoneo? Yo no.

Es más, él, Iñaki Urdangarin y otros muchos han dicho que no han hecho nada. Entonces, es lógico que sigan siendo un ejemplo para todos nosotros. Este encuentro podría denominarse Amigos de Urdangarin contra Amigos de Bárcenas. Don Luis jugaría con el número 22 a la espalda.

Teniendo en cuenta la crisis, y para los que no puedan ir al campo, habría tele en directo y gratis. Carme Chacón lo agradecería porque el mes pasado ya se le fueron 600 euros en imprevistos. Todo son gastos. Para albergar el partido, hay varios escenarios ideales. Uno sería el campo del Toledo, llamado el Salto del Caballo. El esponsor estaría asegurado: Canelones La Cocinera. Aunque yo me inclinaría por un recinto con más aforo, porque lo vamos a petar. Ahí va uno más grande y que, por cierto, merecería llamarse estadio Luis Bárcenas. Es el estadio madrileño de La Peineta.

Los jugadores, procedentes de toda España, llegarían al campo tan ricamente. Jesús Sepúlveda, por ejemplo, al volante de un Jaguar que Ana Mato no habría visto nunca pese a estar aparcado en su plaza de párquing. Es natural, ya que a veces tienes tantas cosas en un párquing que no sabes ni lo que tienes.

Y junto al Jaguar, en los aledaños del estadio, tendría lugar la típica reventa, que incluiría entradas falsificadas por expertos en falsear ERE. Todo muy profesional. En cambio, la entrada sería gratuita para directivos prejubilados de las cajas de ahorros.

Los informes de Urdangarin

En los instantes previos al partido, Urdangarin daría a conocer a sus amigos un informe, que habría elaborado él, sobre cómo juega el equipo contrario. Luego, se iría a ver a los rivales para venderles un informe sobre cómo juega el equipo de Iñaki, que también habría realizado él. Mientras, en el campo, y para distraer a los espectadores, una pantalla ofrecería imágenes de Gerard Piqué grabadas por un tal Marco, de Método3. La grada estaría repleta de pancartas. El entorno de Alicia Sánchez-Camacho luciría una donde se leería: «¡Marco, grábala!». Por la megafonía, se oiría la música que pincharía Teddy Bautista.

Al cabo de un rato, y con un maletín en la mano, saltaría al césped el juez de la contienda, señor Estevill. Además del maletín, llevaría el cuaderno de Bárcenas para ir apuntando las tarjetas de crédito que le vayan facilitando para comprar el partido. Y antes de empezar el encuentro, habría el saque de honor. Se encargaría de hacerlo Corinna, no en balde se trata de una cita entre amigos entrañables.