La amenaza del yihadismo

La yihad en pañales

La policía británica ha elaborado un registro de personas susceptibles de radicalizarse en el que está incluido un niño de 3 años El pequeño pertenece a una familia considerada peligrosa

Rezo en Londres  8Oración pública por el fin de Ramadán de la comunidad musulmana, objeto de especial vigilancia en el Reino Unido.

Rezo en Londres 8Oración pública por el fin de Ramadán de la comunidad musulmana, objeto de especial vigilancia en el Reino Unido.

BEGOÑA ARCE
LONDRES

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¿Cuándo es posible saber si alguien corre el peligro de convertirse en un extremista violento?  Un niño de 3 años se encuentra en las listas de la policía británica, identificado como un futuro extremista islámico, un radical en potencia que debe ser vigilado.

El pequeño forma parte de una gran familia musulmana, que vive en el barrio de Tower  Hamlets, una zona  modesta al este de Londres con  fuerte presencia de inmigrantes. El comportamiento del clan familiar ha sido considerado como alarmante por las fuerzas de seguridad. El temor es que se repita lo ocurrido este mes, cuando una familia británica de Luton, compuesta por 12 miembros, entre los que había tres niños, puso rumbo a Siria para unirse a las fuerzas del Estado Islámico.

El menor de 3 años, identificado como especialmente vulnerable, es uno de los ciudadanos del Reino Unido cuyas identidades han sido reseñadas y archivadas en el programa gubernamental Channel. Desde que fue puesto en marcha en el 2012, 4.000 personas en supuesto peligro de ceder a la radicalización han sido incluidas en el registro. Casi la mitad de los fichados son jóvenes menores de edad y una cuarta parte de ellos viven en la capital británica.

La capacidad de seducción  de la propaganda de EI a través de internet y las redes sociales se ha traducido en un boom de acólitos, seguidores y fans. La influencia se deja sentir especialmente entre  los adolescentes. En los últimos 10 meses, Channel ha identificado a 400 niños y  menores de 18 años que corren peligro de caer en el extremismo. Las autoridades británicas han involucrado en la campaña de alerta y prevención  a escuelas, hospitales  y autoridades locales.

Prevenir

«Cuanto antes podamos intervenir para prevenir la radicalización, mejor», afirma Richard Walton, el policía al frente de Comando antiterrorista de Scotland Yard para añadir: «Es bueno haber recibido más  avisos. Eso muestra que la gente de Londres comprende los peligros del extremismo y la necesidad de denunciarlo. Todo el mundo puede jugar un papel en hacer de Londres una ciudad más segura».

El Gobierno prepara para el otoño una nueva legislación antiterrorista que intenta atajar la difusión del extremismo. Las medidas propuestas incluyen el cierre de locales utilizados por militantes radicales y la censura de expresiones y mensajes incendiarios de los fanáticos. Algunas voces ya han advertido sin embargo del peligro de que estos cambios terminen afectando a la libertad de expresión de todos los ciudadanos.

Fallecidos en combate

Esta semana se ha sabido de la muerte del último miembro de un grupo de cinco jóvenes británicos de la localidad inglesa de

Portsmouth, que en octubre del 2013  viajaron a Siria para luchar con los militantes de Estado Islámico. Solo uno de ellos había retornado al Reino Unido y se encuentra actualmente en  prisión condenado a cuatro años de cárcel. El resto de la autodenominada  Brigada Británica Bangladesí de Chicos Malos (Bad Boys) han perdido la vida combatiendo con los extremistas del Estado Islámico.