La victoria de Macron supone una fuerte dosis de moral para los líderes europeístas

Los principales dirigentes europeos reciben con gran optimismo y esperanza la llegada al Elíseo del canditato centrista de En Marcha

Emmanuel Macron

Emmanuel Macron / periodico

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Los principales líderes europeos han reaccionado con rapidez y gran alivio a la victoria de Emmanuel Macron. Pocos minutos después de conocerse a partir de las ocho de la tarde los primeros sondeos a pie urna sus cuentas de Twitter se han puesto en marcha, así como sus oficinas de prensa que han emitido comunicados. También lo ha hecho, pero una hora más tarde, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que fiel a su afición por Twitter ha escrito: "Enhorabuena a Emmanuel Macron en su gran victoria como nuevo presidente de Francia. ¡Tengo muchas ganas de trabajar con él!".

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, por su lado, ha tuiteado: "Enhorabuena a Emmanuel Macron, nuevo presidente de Francia. Trabajaremos Francia y España por una Europa estable, próspera y más integrada". En un comunicado posterior, Rajoy  ha calificado al país vecino de "socio estratégico de España".

La cancillera alemana, Angela Merkel,a través de su portavoz, ha calificado el triunfo electoral del candidado centrista de ¡En Marcha! como "una victoria para una Europa fuerte y unida". La dirigente germana ha apostado por reforzar el eje franco-alemán -las dos economías más potentes de la zona euro- una idea que el mismo Macron se ha esforzado en subrayar durante la campaña electoral. El presidente electo francés ya dijo días atrás que una de sus primeras acciones como jefe del Estado sería reunirse con la cancillera alemana.

EUFORIA EN BRUSELAS

Desde el Reino Unido, la primera ministra británica, Therasa May, se ha limitado a felicitar "calusoramente" al presidente electo en un comunicado emitido desde su oficina, en el que ha querido recordar que Francia es uno de los "más próximos aliados" del Reino Unido. "Avanzaremos para trabajar juntos", ha dicho May defensora del 'brexit' frente a un Macron fiel al proyecto europeo, dos visiones del futuro del viejo continente completamente opuestos.

La reacción de Bruselas ha sido de euforia, como una bola de oxígeno después de los últimos reves sufridos. El presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, ha utilizado Twitter y un comunicado posterior para felicitar a Macron. "Feliz que los franceses hayan escogido un futuro europeo. Juntos para una Europa más fuerte y más justa", ha escrito en la red social. "Confiamos en que nuestra colaboración será muy fructífera y que nos permitirá avanzar juntos en nuestros objetivos comunes".

En términos similares se ha expresado el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, que ha felicitado a los franceses por haber "elegido la libertad, la igualdad y la fraternidad y no la tiranía de las 'falsas notícias'", en referencia a las historias engañosas sobre Macron que han ido apareciendo en los redes sociales durante el período previo a la votación.

LA VOZ DISONANTE

"¡Hurra!, la esperanza de Macron presidente recorre Europa", ha escrito, por su lado, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, mientras que su colega belga, Charles Michel, ha juzgado la victoria de Macron como un "rechazo" al proyecto "peligroso" de Le Pen. El jefe del Gobierno griego, Alexis Tsipras, líder del partido de izquierda Syriza, ha mostrado la esperanza de poder "trabajar estechamente" con Macron. El presidente electo francés se ha mostrado favorable a llevar a cabo una restructuración de la deuda griega.

La voz disonante de la jornada ha venido por parte del británico Nigel Farage, exlíder del partido eurófobo y xenófobo UKIP: "La oferta de Macron son cinco años más de fracasos, de más poder a la Unión Europea y de continuar con la apertura de fronteras. Si Mariene (Le Pen) se mantiene, ella puede ganar en el 2022".

La derrota de Le Pen sucede a la que obtuvo también el ultraderechista Geert Wilders en las elecciones holandesas, que quedó a mucha distancia del liberal Mark Rutte, lo que supuso otro toque de moral para los europeístas.