Varoufakis lanza un movimiento de izquierdas para refundar la Unión Europea

"Guten abend Europa". Yanis Varoufakis ha vuelto. El controvertido exministro de Finanzas griego quiere cambiar la Unión Europea (UE) y para ello ha presentado este martes un ambicioso movimiento político de izquierdas. Movimiento por la Democracia en Europa (DiEM25) nace como una iniciativa paneuropea para unir a las fuerzas de izquierda del continente en un claro mensaje en contra de las políticas de austeridad impulsadas por Bruselas y los crecientes vientos de xenofobia.

La audiencia del teatro Volksbühne de Berlín esperó pacientemente hasta las 9 de la noche. Varoufakis apareció entre aplausos con su característica camisa negra. "La democracia no rige las decisiones de Bruselas, es el momento de democratizar la Unión Europea", ha exclamado emocionado. El economista griego ha escogido meticulosamente Berlín como sede fundacional de DiEM. La capital alemana, corazón económico de Europa, se ha convertido 'de facto' en el principal centro de toma de decisiones. La ciudad desde la que la cancillera Angela Merkel impulsa las medidas de austeridad que luego Bruselas asume será ahora la misma en que empieza la resistencia a esas políticas económicas. “La UE está sufriendo su desintegración y la está viviendo en forma muy rápida. Somos el enfermo de esta crisis global, estamos en la versión posmoderna de 1929”.

El movimiento que encabeza empezó con la publicación de un manifiesto en internet. En él no deja títere con cabeza y no esconde su voluntad de transformar el funcionamiento de la UE. “Una conspiración de políticos miopes, funcionarios económicos ingenuos y expertos financieros incompetentes se sometieron servilmente a los edictos de conglomerados industriales, causando el distanciamiento de los europeos y provocando una peligrosa respuesta antieuropea”, señala. Varoufakis cree que el origen de los “vicios” de Bruselas se encuentra en que las decisiones son tomadas por burócratas que piensan en los intereses de las élites económicas y no por políticos que piensan en sus ciudadanos. "Pretenden que todo esto les interesa. El 'stablishment' europeo utiliza el miedo, nosotros la esperanza", ha añadido.

Varoufakis representa una cara crítica y reformista del funcionamento de las instituciones en Bruselas, a quienes ha criticado actuar como "fanáticos". Durante su período como miembro del Gabinete de Syriza, que le encargó la difícil misión de negociar la quita de la deuda griega, el economista se forjó una imagen de hombre de convicciones férreas y de intransigencia ante los dictados de la troika. "Me dijeron que las elecciones en Grecia no podrían cambiar el rumbo de las políticas económicas europeas. El partido comunista de China piensa de la misma manera", ha ironizado ante la audiencia. Tras la claudicación de Alexis Tsipras, Varoufakis se despidió del Ejecutivo y de la política pero avisó que seguiría en la primera línea del activismo.

APOYO DESDE BARCELONA

La victoria de Barcelona en Comú, una formación ciudadana encabezada por la activista antidesahucios y ahora alcaldesa Ada Colau, en los comicios municipales del mayo pasado centraron la atención de la izquierda europea. Varoufakis no dejó pasar oportunidad y contactó con la catalana, a quien ve como esperanza en la lucha de la política contra el poder económico. “Saludamos todas las iniciativas que combaten una Europa opaca y secuestrada por los grandes lobis”, asegura a EL PERIÓDICO el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, invitado en el acto por Varoufakis.

A diferencia de Barcelona en Comú, DiEM25 no se establecerá como partido político y funcionará de momento como una red de conexión entre ciudades de la UE que se opongan a las políticas de recortes, al aumento de la xenofobia y que promuevan unas mejores políticas sociales. “Si no lo hacemos Europa se desintegrará y quedará en manos de la extrema derecha”, alerta Pisarello. “Barcelona es un referente en cambios y transformaciones y seguiremos en esa vía”, añade.

Varoufakis aseguró que DiEM25 luchará por conseguir una Europa más justa, verde y democrática. La utopía no es un problema para él. "El peligro no es apuntar demasiado alto y fallar sino quedar mirando con los ojos al suelo".