CRISIS EN EL PAÍS HELENO

Varoufakis, el 'hacker'

Varoufakis, en una sesión del Parlamento.

Varoufakis, en una sesión del Parlamento.

CLARA PALMA HERMANN / ATENAS

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«Sí que teníamos un Plan B». El exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis trabajó en un sistema de pagos alternativo en caso de emergencia. Con pelos y señales lo explica en una conversación filtrada ayer por la prensa griega. El proyecto, que pasaba por 'hackear' la Secretaría General de Ingresos Públicos, contaba con que el sistema operase en euros, pero pudiese saltar al dracma «de un día para otro» en caso que fuera necesario.

Tras su dismisión, Varoufakis ya reveló que una comisión de su ministerio había trabajado el escenario de la vuelta al dracma. Pero en una conversación que habría mantenido con inversores y representantes de fondos de alto riesgo el pasado 16 de julio -algunos de cuyos fragmentos publica ahora el diario 'Kathimeriní'-, el exministro va mucho más allá. Asegura haber recibido permiso de Alexis Tsipras en diciembre -un mes antes de las elecciones- para preparar este plan de contingencia ante un colapso total del sistema bancario, y que había sido mantenido en estricto secreto. Pero nunca le llegó la luz verde para poner en práctica el proyecto. Según explica Varoufakis, la idea pasaba por emplear la plataforma web a través de la que los contribuyentes pueden hacer gestiones y pagos a Hacienda por 'e-banking'.

«Planeábamos crear, de manera subrepticia, cuentas vinculadas a cada número de identificación fiscal», desvela Varoufakis. «Y, con un clic, asignarle un pin a cada titular de número fiscal». Una vez activado el sistema, cada una de esas cuentas podría recibir transferencias en una moneda electrónica vinculada al euro -por ejemplo, pagos de salarios o pensiones-. Cada titular podría realizar a su vez pagos a otras cuentas, formando en la práctica un «sistema bancario paralelo». Rápidamente se podrían haber desarrollado aplicaciones para 'smartphone' para volverlo más funcional, adelanta Varoufakis en la conversación.

El principal escollo era que la plataforma de Hacienda depende del Secretariado General de Ingresos Públicos, «controlada por la troika» señala el exministro. «Controlo el hardware pero no el software, que pertenece al Secretariado, ¿qué hacemos?», planteó su estrecho colaborador, un profesor de tecnología de la información amigo de la infancia. La decisión de Varoufakis fue «hackear el programa de mi propio ministerio» para copiar su código a otro ordenador, en el que diseñar el sistema de pagos paralelo. Pero la luz verde de Tsipras nunca llegó, lamenta Varoufakis en la conversación.

Confiscar las reservas

La noticia ha causado no poco revuelo en Grecia. Varios cargos del Ejecutivo señalaron ayer que el primer ministro nunca dio permiso. Echando más leña al fuego, el exministro de Energía, Panayotis Lafazanis, admitía haber sugerido la incautación de las reservas de dinero del Banco de Grecia «con o sin el permiso del BCE».

«Hay que mesurarse con ciertas declaraciones. Lo que prepare el personal de un ministro no constituye política de Gobierno», aseveraba el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas. «Todos nuestros esfuerzos son dentro del euro», declaró este sábado, desmintiendo de forma categórica que el Ejecutivo hubiera debatido estas opciones.