REACCIONES A UNA CUMBRE HISTÓRICA EN SINGAPUR

Una sola China, pero dos Taiwán

La favorita a presidir la isla protesta contra el pacto del líder taiwanés de no buscar la independencia

Quiosco 8 Las portadas unánimes de los diarios taiwaneses, ayer.

Quiosco 8 Las portadas unánimes de los diarios taiwaneses, ayer.

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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La más que probable futura presidenta taiwanesa rebajó la primera cumbre entre los líderes de Taipei Pekín en 70 años a un brindis al sol. Tsai Ing-wen, candidata del Partido Democrático Progresista (PDP), ha recordado que solo «la mayoría de la opinión pública podrá decidir el 6 de enero el futuro de Taiwán y las relaciones bilaterales».

El PDP es el aplastante favorito en todas las encuestas frente al Kuomintang (KMT), ahora en el poder. La reunión fue entendida por la oposición como una baza electoralista desesperada del presidente Ma Ying-jeou, cuyo partido defiende el acercamiento a Pekín en contraposición a las tesis más independentistas del PDP. «Como el líder de la nación, el presidente Ma no ha hecho sentir a su pueblo más orgulloso ni más seguro. De hecho, lo ha sumido en la ansiedad», ha añadido Tsai.

Taiwán China han disfrutado durante los últimos siete años con el Gobierno de Ma de una concordia poco habitual. El inminente relevo en el poder genera nerviosismo en Pekín en un contexto de creciente conflictividad vecinal en las turbulentas aguas del mar del Sur de China. El presidente, Xi Jinping, recalcó en la cumbre del sábado en Singapur que Taiwán no podía repetir los errores del pasado.

Se sabía que no saldrían acuerdos ni declaraciones conjuntas y Ma incluso desveló tras la hora larga de conversación que la postura de Xi sobre cuestiones de seguridad y militares no le había complacido. Lo presentó, sin embargo, como un ligero contratiempo. «El más importante logro conseguido en Singapur es que ambos líderes finalmente nos hemos reunido con intención de dialogar sobre cuestiones comunes».

Taiwán disfruta de una independencia de facto que no declara formalmente por la amenaza armada china. Tsai ha manifestado que no variará el statu quo pero los expertos vaticinan que sufrirá presiones del ala más dura de su partido en un cuadro social de sentimientos antichinos crecientes.

«Una temible tormenta»

La prensa oficial de Pekín advirtió ayer de los peligros de vulnerar el principio de «una sola China» pactado en 1992 que permite la interpretación opuesta a ambas orillas del Estrecho de Formosa. «El barco de la paz se encontraría en medio de una poderosa y temible tormenta que podría incluso hundirlo», amenazó el Diario del Pueblo, órgano propagandístico del Partido Comunista de China.

El ultranacionalista Global Times sostuvo que «a la sociedad taiwanesa le falta vigilancia» y que Taipei ha fracasado en la imposición de «restricciones a las fuerzas que ponen en peligro el futuro de la isla». Las amenazas de Pekín en el pasado multiplicaron el apoyo a los partidos independentistas.