Una nueva polémica fiscal afecta al primer ministro de Portugal

El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, está de nuevo envuelto en una polémica sobre sus contribuciones al Estado por una deuda de unos 4.000 euros en cotizaciones a la Seguridad Social que acumuló entre el 1999 y 2004 y que saldó en el 2012, cuando llevaba un año en el Gobierno. Fue el diario 'Publico' el que destapó este sábado el asunto, por el que la oposición ya ha pedido «explicaciones».

El primer ministro conservador justificó que no había tenido conocimiento de las cantidades adeudadas hasta el 2012 y aseveró que tenía intención de devolverlas de forma «voluntaria» una vez acabado su actual mandato (finales del 2015), a pesar de no estar obligado a hacerlo, pues ya había prescrito en el 2009. Sin embargo, adelantó la decisión y «decidió proceder inmediatamente al reembolso de ese montante, pretendiendo así acabar con las acusaciones infundadas sobre su situación contributiva», afirmó el Gabinete de Passos Coelho, en repuestas al rotativo.

La posición fiscal del político conservador ha regresado a la atención de los medios portugueses después de que en el 2014 una denuncia anónima le acusase de haber violado la condición de exclusividad que tenía como diputado (1995-1999) al, supuestamente, haber cobrado en ese periodo de la consultora Tecnoforma. La denuncia, sin embargo, fue archivada, pues la Fiscalía no encontró indicios de fraude fiscal, y el propio Passos Coelho aseguró siempre estar en regla con sus «obligaciones legales».

TRABAJADOR AUTÓNOMO

En el caso destapado por 'Publico', el dirigente supuestamente acumuló sus deudas cuando prestó servicios como trabajador independiente o autónomo para Tecnoforma, de la que cobraba 2.500 euros mensuales, y para otras dos entidades.

A menos de un año para las elecciones legislativas, en la que la oposición socialista parte como favorita, el Gabinete del primer ministro también manifestó su «perplejidad» por las fugas de información en la Seguridad Social a terceros sobre datos «personales» protegidos. La oposición socialista ya se adelantó en pedir «una explicación clara a los portugueses».