Una mujer se pasea en Moscú con la cabeza cortada de una niña junto a una estación de metro

La mujer gritaba "Alá es el más grande" y decía querer hacerse estallar en el metropolitano

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Una mujer que llevaba en una mano la cabeza de una niña de cuatro años ha sido detenida en Moscú, concretamente en las inmediaciones de la estación de metro Oktiabrskoye Pole, en el noroeste de la capital. Según algunas versiones, la mujer, con la cabeza cubierta con un velo y vestida de negro, gritaba "Alá es grande", "soy una terrorista", y había declarado su intención de hacerse estallar en el ferrocarril metropolitano. La estación fue cerrada por la policía.

Según el portal de noticias Govorit Moskvá, la detenida se encontraba "bajo los efectos de las drogas". Los artificieros han examinado el lugar y no han hallado explosivos. La detenida está siendo examinada por los psicólogos y ha sido acusada de asesinato.

UNA CIUDADANA DE UZBEKISTÁN

Según los medios rusos, se llama Giulcherja Bobokulova, ciudadana de Uzbekistán, y trabajaba como niñera de una familia rusa. Poco antes, los bomberos hallaron el cuerpo de la pequeña sin cabeza en un apartamento al que había prendido fuego. Los padres se habían ausentado de la casa con el hijo mayor y ese fue el momento que aprovechó la detenida para perpetrar el crimen.

En el interrogatorio, la arrestada, nacida en 1977, ha asegurado que la infidelidad del marido le había empujado a cometer el crimen. Por su parte, los padres de la niña asesinada han asegurado que Bobokulova trabajaba para ellos desde hacía un año, y que les parecía una "buena trabajadora". No obstante,han admitido que últimamente se quejaba cada vez más de la mala relación que mantenía con su marido.

Según los observadores, el crimen podría añadir más tensión a las complicadas relaciones entre los moscovitas y los inmigrantes de países de Asia Central. Moscú es la ciudad europea con mayor número de musulmanes. Se calcula que entre 1,5 millones y dos millones de fieles del islam residen en la capital rusa, sobre una población de 11,5 millones de personas. Pese a que solo existen seis mezquitas, las autoridades municipales se niegan a conceder permisos para construir nuevos centros de culto, lo que obliga a los fieles, en muchas ocasiones, a hacer la plegaria a la intemperie, bajo la nieve y la lluvia.