MUSULMANES EN EUROPA / 3. ITALIA

Una minoría arraigada

Los musulmanes son una minoría en Italia. Solo representan el 4% de la población. Quizá por ello y porque están integrados, no hay problemas de convivencia. Pero la tolerancia de los italianos va a menos. Solo un 20% apoya la presencia del islam en la escuela, porcentaje que hace 10 años era del 70%.

Rezo musulmán de los viernes en la mezquita de Milán, ciudad que concentra al mayor número de musulmanes de Italia.

Rezo musulmán de los viernes en la mezquita de Milán, ciudad que concentra al mayor número de musulmanes de Italia.

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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«El Papa no hace un buen servicio a los católicos pidiendo que se dialogue con el islam». Matteo Salvini, líder de la Liga Norte, otrora xenófoba y ahora declaradamente racista, no se anda con remilgos tras los atentados de París. A pesar de que los pequeños industriales de la región Veneto (Venecia) le voten en masa a la vez que recurren a mano de obra musulmana y de otras religiones, legalmente o en negro.

«Los atentados han ofendido a nuestra religión, porque aunque seamos diferentes podemos ser amigos», replica a su manera el cocinero egipcio Emad Ismail Nour. «Esta violencia asesina es extraña a nuestra religión, ética y practica civil», añade Izzedin Elzir, imán de Florencia y presidente de una de las comunidades islámicas italianas (UCOII).

Salvini explica que en Europa «hay una guerra frente a la que responder con tolerancia es un suicidio». Sin embargo, la comunidad musulmana italiana no refleja la alarma del líder de la Liga Norte, aliado en Europa con el Frente Nacional de Marine Le Pen. En las encuestas, la primera preocupación es la crisis económica.

En Varese, frontera con Suiza, Milán, Roma y otras capitales italianas, los musulmanes se volcaron el 8 de enero en manifestar su repulsa por los atentados de Paris. «El islam no autoriza a nadie a matar a otras personas, no se puede matar por una sátira», confirma el egipcio Ihab. «Condenamos lo que ha sucedido en París, sus autores no irán al paraíso», afirma tajante Mohamed  Ben Mohamed, imán del centro islámico más popular de Roma, en el barrio periférico de Centocelle. El también musulmán Cenap, turco y director del centro cultural interreligioso Tevere, colgó en su página de Facebook el cartel de 'Je suis Charlie' y explica que lo ocurrido en París es «una gran tragedia» y «no forma parte del Libro».

EL ALMA DEL MERCADO

El lugar de Roma donde mejor se puede pulsar el alma musulmana es el gran mercado conocido como de Piazza Vittorio, en el que más de 90% de las paradas son administradas por ciudadanos extracomunitarios. Frutos exóticos, especias, cereales y zumos de todas las latitudes. «Están locos esos», afirma la somalí Jasmin, en referencia a los asesinos de París, aunque se muestra esquiva al diálogo. «¿Qué tiene que ver esto con nosotros?», espeta Walid, que a pesar del nombre procede de Bangladés. «El islam es una religión de paz», rebate Omar, uno de los raros sirios del mercado. «Para derrotar a los extremistas no hay que mirar tanto al Corán sino dar fuerza a los musulmanes normales, atender a las personas y a sus problemas», enseña Wael Farouq, profesor de lengua y literatura árabes en la Universidad Cattolica de Milán. Son pocos los musulmanes influyentes que matizan la condena a la matanza parisina y entran en el debate de los límites de la libertad de expresión . «La libertad de expresión no significa libertad de calumniar o difamar a una religión», escribe el portal Sí al Islam.

Sin embargo, algo ha cambiado. Diez años atrás, el 56% de los italianos se declaraba a favor de aperturas a la religión islámica en las escuelas, porcentaje que ahora es del 20%, mientras que un 70% considera lo hecho como ya «excesivo».

SEGUNDA GENERACIÓN

Italia está solo ante la segunda generación de inmigrantes, con unos 1,7 millones de musulmanes, el 4% de la población, según Caritas e ISMU, a los que se deben añadir unos 100.000 nacionales convertidos. Oficialmente cuentan con solo cuatro mezquitas oficiales y unos 161 lugares de culto en garajes, sótanos y plantas industriales

Interior explica que nueve sospechosos han sido expulsados en las «últimas semanas» y que la lista de los que han vuelto de los frentes de combate es de 59. Numerosos analistas manifiestan su sorpresa por el hecho de que tan «poca gente» obligue a imponer normas restrictivas de los derechos de todos los ciudadanos europeos, cuando tal vez sería suficiente una buena labor de inteligencia.