Una jaula fortificada para 'el Chapo'

El narcotraficante está encarcelado en una celda con el suelo reforzado, puerta doble y vigilancia continua

Fotografías de la nueva ficha policial de 'El Chapo'.

Fotografías de la nueva ficha policial de 'El Chapo'.

TONI CANO / MÉXICO

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“No hay jaula para este Chapo tan grande”. El narcotraficante Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán ya no podrá repetir la frase que, él o uno de sus allegados, tuiteó al día siguiente de escapar del penal del Altiplano el pasado mes de julio. Las autoridades penitenciarias le han preparado esta vez, tras su recaptura el pasado viernes, una nueva celda en la misma prisión, pero con el suelo reforzado con varillas de acero, puerta doble, múltiples cerraduras, y cámaras, soldados y tanquetas para custodiarlo.

Para evitar que el capo del cártel de Sinaloa pueda escaparse por tercera vez de una cárcel de máxima seguridad, las autoridades mexicanas restringirán su contacto con abogados y familiares, a través de quienes planeó su fuga de hace medio año por un túnel. Y como este acabó por abrirse entonces en el suelo de la ducha, el suelo de su nueva celda ha sido reforzado con una cuadrícula de varillas de acero.

A la puerta habitual de la celda, con barrotes, se ha añadido por fuera otra puerta con placas de metal. Las nuevas cerraduras son dobles y electrónicas y además están reforzadas con dos cadenas cerradas con grandes candados. Como en su anterior estancia en este penal de Almoloya de Juárez, en el estado de México, vecino a la capital del país, ‘el Chapo’ Guzmán estará monitoreado las 24 horas del día por cámaras de vídeo que registran imagen y sonido.

SIN TELEVISIÓN

Frente a las pantallas están ya custodios de más probada incorruptibilidad que aquellos que en julio hicieron la vista gorda y los oídos sordos al ruido de los taladros. Esta vez, el reo, que vuelve a ser el interno 3.578 del penal, tampoco tendrá televisión que poner a todo volumen para disimular otros sonidos. Y, por si acaso, también el exterior de la prisión estará fuertemente vigilado y patrullado por policía federal y estatal, así como militares con tanquetas.

Pese a todas esas medidas de vigilancia, las autoridades mexicanas se han apresurado esta vez a iniciar los trámites para extraditar cuanto antes a Estados Unidos a un ‘Chapo’ que ya no parece tan grande en una jaula hecha a medida para él.