Una cita bajo la lupa

Los Mossos han diseñado un dispositivo de seguridad acorde con el nivel antiterrorista y tras verse en el punto de mira de la última célula desarticulada

Agentes de la unidad ARRO de los Mosos custodiando los accesos al Palau de Pedralbes, ayer.

Agentes de la unidad ARRO de los Mosos custodiando los accesos al Palau de Pedralbes, ayer.

MAYKA NAVARRO
BARCELONA

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Apenas una semana después de que los Mossos d'Esquadra desarticularan en Barcelona a una peligrosa célula yihadista que pretendía demostrar que en Europa también se puede secuestrar y degollar a rehenes que van en contra de su doctrina, la ciudad acoge una cumbre de países de la Unión Europea y de la orilla sur del Mediterráneo. Una cita, con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que exige un dispositivo de seguridad acorde a nivel de alerta terrorista que se elevó en todo el territorio español tras los atentados de París: nivel cuatro sobre cinco.

Los Mossos d'Esquadra son los responsables de un dispositivo de seguridad que movilizará a un número indeterminado de policías pero el adecuado para una cita de estas características en un momento de especial alerta antiterrorista. Están movilizadas todas las unidades. Información y seguridad ciudadana de las comisarías de Sant Martí, Eixample, Ciutat Vella y Sants. Así como unidades con un trabajo más específico como los Tedax (desactivación de explosivos), subsuelo y canina.

Helicóptero

Las reuniones arrancarán esta mañana en el Palau de Pedralbes de la avenida de la Diagonal. Una vía que no será cortada al tráfico salvo en el momento en que circulen las cápusulas de seguridad con los ministros  europeos. Durante el desplazamiento del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que no dormirá en Barcelona, los Mossos d'Esquadra tutelarán sus movimientos por tierra y por el aire con uno de sus helicópteros.

«Son las medidas de seguridad acordes con el nivel antiterrorista en el que estamos», relató a este diario la responsable de comunicación de los Mossos. Unas medidas que pretenden no alterar demasiado la rutina de un lunes en Barcelona. Los hoteles que acogen a las delegaciones participantes en la cumbre, el Juan Carlos I y el Princesa Sofía, contarán con presencia policial.

En principio el resto de ciudadanos de Barcelona no tienen porque resentirse de la cita. No están programados cortes de tráfico y tampoco hay convocadas manifestaciones que puedan alterar el orden público. En cualquier caso también se movilizará a la Brimo (antidisturbios) para actuar si es necesario.

Esta última semana Barcelona ha vivido con el sobresalto de saberse en el punto de mira de una célula yihadista. La operación de la comisaría de Información de los Mossos, tutelada por el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional, vino a demostrar que el fanatismo radicalizado y violento había llegado a Catalunya.

Las investigaciones demostraron que el grupo desarticulado había puesto a los Mossos en su punto de mira. Pretendían atentar contra el cuartel general de la Policía de la Generalitat, la comisaría de Egara en Sabadell, que por cierto este sábado acogió con gran éxito y con normalidad la segunda jornada de puertas abiertas.

Los últimos objetivos

El centro comercial de las Arenas en la plaza de Espanya, era otro de los objetivos de esta célula desarticulada, a seis de cuyos 10 miembros Pedraz envió a prisión.

La cita de hoy es crucial para los Mossos. Todas las miradas están sobre una ciudad y un territorio al que muchos servicios de información internacional y nacional sitúan como enjambre de radicales yihadistas con un alto grado de fanatismo.La policía de la Generalitat, sin querer minimizar el problema y aceptar que hay una realidad de radicalización innegable, pretende evidenciar que la situación en casa está «perfectamente controlada». Y que no hay más riesgo en Barcelona que en Madrid u otra ciudad europea.

La semana pasada, un viejo responsable de los servicios de inteligencia decía en una reunión con especialistas que Catalunya empezaba a ser como el sur de Francia en los momentos más terribles de ETA. «Levantas una piedra y te encuentras a un policía de paisano». Ahora mismo en Barcelona, y especialmente en algunos territorios del área metropolitana, das una patada y además de agentes de información de la Policía, la Guardia CivilMossos y el CNI, encuentras a servicios de inteligencia de casi todos las oficinas europeas y los Estados Unidos.

No hay ni una sola señal que indique que la cita de hoy no se vaya desarrollar con seguridad y normalidad. Y esa es la mejor garantía, a juicio de los expertos, de que las cosas «se están haciendo bien».