Una blasfema de 11 años

Menor de edad, de tan solo 11 años y aquejada del síndrome de Down. Ninguna de estas dos características frenó a una multitud enfurecida que, en un barrio cristiano de la capital, Islamabad, exigió la semana pasada la detención de la niña por, supuestamente, haber desecrado el Corán, el libro sagrado de los musulmanes. El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, ha ordenado a la policía abrir una investigación sobre el caso de esta detenida, cuya familia ha tenido que ser puesta bajo custodia debido a las amenazas recibidas.

Según aseguraron funcionarios policiales a la BBC, la pequeña no podía responder adecuadamente a las cuestiones y preguntas que le planteó la policía. El incidente tuvo lugar en medio de un agitado debate acerca de las estricta legislación contra la blasfemia en Pakistán.

Los activistas de derechos humanos han solicitado en reiteradas ocasiones a Pakistán reformar dichas leyes, bajo las cuales una persona puede ser encerrada por vida en el caso de que profane las sagradas escrituras del islam. Muchas de las personas acusadas de blasfemia han sido asesinados por grupos enardecidos de musulmanes y aquellos dirigentes políticos paquistanís que defienden un cambio en las leyes se han convertido en objetivo de la ira.

El mes pasado otra multitud enfurecida capturó a un hombre acusado de blasfemia que se encontraba bajo custodia en una oficina de policía y lo quemó vivo en una población de la región de Bahawalpur, en la provincia de Punjab.

La cosa no se quedó ahí. El pasado año, el ministro para los Asuntos de Minorías, Shahbaz Bhatti, fue asesinado tras una llamada a modificar la ley de blasfemia. Su muerte se produjo tan solo dos meses después del asesinato del gobernador de Punjab, Salman Taseer, también favorable a enmendar las leyes.

Presión popular

El ministro para la Armonia Nacional, Paul Bhatti, aseguró a la BBC que está probado que la niña padece un desorden mental y resulta «altamente improbable que profanara el Corán de forma voluntaria». «Según mis informaciones, la niña fue hallada llevando una bolsa de basura en la que había páginas del Corán. Todo ello enfureció a algunas personas y provocó que un gran grupo se congregara exigiendo alguna acción contra ella; la policía al principio se resistía a detenerla, pero la presión les obligó».