LA NUEVA ADMINISTRACIÓN DE EEUU

El último farol de Trump: el barco que iba a Corea no iba a Corea

La Casa Blanca anunció el envío de un portaviones a la península asiática cuando en realidad navegaba en la dirección contraria

La flota encabezada por el portaviones 'Carl Vinson' y otros buques militares de EEUU, en el mar de Filipinas, el 28 de marzo, en una foto difundida por la Marina estadounidense el 9 de abril.

La flota encabezada por el portaviones 'Carl Vinson' y otros buques militares de EEUU, en el mar de Filipinas, el 28 de marzo, en una foto difundida por la Marina estadounidense el 9 de abril. / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Dos días después de que Donald Trump ordenara el primer ataque sobre el régimen sirio, el Pentágono anunció el envío a la península de Corea del portaviones 'Carl Vinson', arropado por varios destructores de la Armada. La tensión por los recientes ensayos con misiles norcoreanos cotizaba al alza y la Casa Blanca declaró que la llegada del llamado Grupo de Ataque a la región serviría para enviar un mensaje de disuasión al régimen de Pionyang. “Corea del Norte es la principal amenaza en la región”, proclamó el Comando Pacífico del Ejército. Los titulares de prensa subieron de tono: “La crisis de Corea se agrava”, publicó el 'Navy Times'. Otros medios empezaron a especular con la posibilidad de un ataque inminente. 

En realidad, no era más que un farol, una maniobra deliberada de desinformación o una monumental cadena de errores y descoordinación en el seno de la Administración de Trump, según quiera interpretarse. El 'Carl Vinson' no partió el 8 de abril desde Singapur en dirección a la península de Corea, como anunció aquel día el Pentágono, sino que surcaba el océano Índico en la dirección contraria, camino de Australia para participar en unos ejercicios con la armada de aquel país. Así se ha sabido después de que la Armada publicara el lunes una foto del portaviones cruzando el estrecho de Sunda que separa las islas indonesias de Java y Sumatra. El estrecho en cuestión se encuentra a 5.300 kilómetros de la península coreana.

Según informa el 'New York Times', la Casa Blanca ha justificado la desinformación que dio en su día afirmando que se dejó llevar por lo que le transmitió el Departamento de Defensa y ha sugerido que el anuncio se hizo de manera prematura. Pero lo cierto es que a medida que la prensa de todo el mundo se hizo eco del supuesto envío del 'Carl Vinson' a la región, lo que se interpretó como una demostración de fuerza de Trump ante el régimen norcoreano, ninguno de los altos cargos de la Administración hizo nada para negarlo.

El secretario de Defensa, James Mattis, afirmó el 11 de abril que el portaviones “está de camino hacia allí”. Y un día después, Trump le dijo a Fox News: “Estamos enviando una armada. Muy poderosa”. Solo unos días antes había sugerido en Twitter su intención de apretarle las tuercas al país ermitaño. “Corea del Norte está buscando problemas. Si China decide ayudar, estupendo. Si no, resolveremos el problema sin ellos”.

La noticia de que el Grupo de Ataque no tenía tanta prisa en llegar a la zona caliente como se había vendido ha sido recibida con cierto regocijo en China, principal aliado del régimen de Pionyang. “Os han estafado”, ha escrito el diario chino 'Global Times' en las redes sociales. “Ninguno de los portaviones que Corea del Sur espera tan desesperadamente ha llegado”. Lo cierto es que, según publica la CNN, el Grupo de Ataque sí tiene previsto viajar a la península, aunque no se espera que llegue hasta finales de abril.