Tutu defiende el derecho de autodeterminación y pide diálogo entre España y Catalunya

El arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, ha hecho este martes en Barcelona una defensa del derecho de autodeterminación, un llamamiento al diálogo entre el Estado y la Generalitat y una crítica implícita al Gobierno español por negarse a afrontar la situación existente en Catalunya. "La gente sensata diría 'vamos a discutirlo y veamos hasta donde llega el apoyo al autogobierno o la independencia'. Negar que un conflicto existe no lo hace desaparecer; al contrario, incrementa la intensidad de los sentimientos y exacerba la sensación de vacío", ha señalado. Tutu ha subrayado la importancia buscar, en todos los conflictos, "soluciones que sean mutuamente beneficiosas".

Tutu hizo estas afirmaciones en una rueda de prensa horas antes de recibir el Premi Internacional Catalunya que cada año otorga la Generalitat a personas que han contribuido decisivamente a "desarrollar los valores culturales, científicos o humanos". El arzobispo Tutu, figura emblemática de la lucha contra el 'apartheid', ha continuado, tras la caída del régimen racista sudafricano, manteniéndose "activo en la defensa de los derechos humanos en todo el mundo" y se ha implicado en diversas campañas, según ha destacado el jurado que le ha concedido el galardón.

"Reconocer quién soy"

En otro momento de la rueda de prensa, a raíz de una reflexión del filosófo Xavier Rubert de Ventós (presidente delegado del jurado del Premi Internacional Catalunya) sobre el Estado-nación, Tutu ha subrayado que "dentro de lo que es razonable, es bueno el orgullo sobre lo propio. El problema está cuando se te niega lo que eres, cuando se te fuerza a acomodarte a un molde que no es el tuyo". Para el arzobispo es mucho mejor "reconocerse el uno al otro, reconocer la interdependencia, la soberanía del uno y del otro y el derecho de autodeterminación, reconocer que soy quien soy para que tú puedas ser quien eres".

El arzobispo Tutu ha reconocido todo lo bueno ocurrido en su país, Sudáfrica, tras el fin del 'apartheid' pero ha lamentado la corrupción, el aumento de la delincuencia y sobre todo el "creciente abismo entre ricos y pobres que, en Sudáfrica, es el mayor del mundo". Y ha advertido que si no se logra reducir este abismo "ya podemos despedirnos de la reconciliación".

De forma similar, se ha manifestado inquieto por el incremento del apoyo a fuerzas racistas y xenófobas en las últimas elecciones europeas y ha advertido contra la tentación de convertir al 'otro', en este caso los inmigrantes, en "el cabeza de turco" cuando las cosas van económicamente mal. "Es un fenómeno que a veces acaba en genocidio. Si los líderes no despiertan ante esta realidad, se puede acabar en una situación como la de la Alemania nazi", ha subrayado.