Turquía, de puerta de entrada a objetivo yihadista
El país sufre desde hace un año una ofensiva terrorista del Estado Islámico
Desde hace año y medio, Turquía está en el punto de mira de los yihadistas. El país ha visto como la guerra civil que ha devastado la vecina Siria ha acabado por salpicarla, sobre todo en forma de acciones yihadistas, que han buscado sobre todo atacar los lugares turísticos. Al igual que en Túnez, los yihadistas quieren dañar gravemente un sector económico clave para el país.
Para Turquía, el reto a enfrentar es mayúsculo. Intentar detectar a terroristas venidos de Siria, un país del que han llegado cientos de miles de personas huyendo de la guerra, es como buscar una aguja en un pasar. Los yihadistas del Estado Islámico han aprovechado el enorme flujo humano de refugiados para camuflarse y entrar en territorio turco. De ahí, algunos como varios de los que atentaron en París, se trasladaron a Europa. Pero otros se han quedado integrados en las células yihadistas en ese país.
De hecho, el Estado Islámico ha mostrado en varias ocasiones que dispone de un largo brazo en Turquía. Así, en este país ha logrado asesinar a varios activistas y periodistas que denunciaban sus atrocidades en Siria. Especial saña han mostrado los yihadistas para acabar con el grupo 'Raqqa Muere Lentamente', unos jóvenes que desde el sur de Turquía informaban de los crímenes que se cometían en la ciudad siria que funciona como capital del autoproclamado Estado Islámico. Así, el 10 de noviembre del 2015, un terroristas sirio decapitó en la localidad turca de Sanliurfa a dos periodistas miembros de ese grupo.
AMPLIA LOGÍSTICA
Además, esa entidad yihadista dispone en Turquía de una amplia logística que durante los últimos años ha empleado para engrosar sus filas. Así, a Turquía han volado la inmensa mayoría de voluntarios yihadistas salidos del Magreb o de países europeos. El aeropuerto de Estambul esa su puerta de entrada y, desde ahí, en autobús, se trasladaban a la frontera siria.
Una línea fronteriza muy porosa. Los grupos de activisitas sirios han denunciado que numerosos yihadistas sirios que han resultado heridos en combate han sido trasladados a Turquía para ser tratados. Por territorio turco salía además buena parte del petróleo que el Estado Islámico extraía de los pozos petrolíferos de Siria.
Y no es nuevo. Turquía fue durante años un lugar de repliegue de muchos de los muyahidines que combatieron en Afganistán. De hecho, yihadistas marroquís fundaron en Estambul el Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM), la organización filial de Al Qaeda que cometió los atentados de Madrid del 11-M.
OFENSIVA CONTRA LOS KURDOS
Además, de Turquía procede buena parte de los materiales con los yihadistas fabrican sus bombas en Siria, según un informe del centro de investigación Conflict Armament Research (CAR, por sus siglas en inglés). De ahí se trae sobre todo la pasta de aluminio que mezclada con fertilizantes como el nitrato de amonio o la urea es uno de los explosivos más comunes usados por los yihadistas en Irak y Siria.
Todo ello ha llevado al Gobierno turco a declarar desde finales de junio del año pasado, cuando un atentado yihadista mató a 27 personas en la localidad de Suruç, la guerra al Estado Islámico. Turquía ha bombardeado desde su territorio posiciones del autoproclamado califato en Siria. No obstante, por cuestiones de política interna, buena parte de la ofensiva se ha concentrado en posiciones de la guerrilla kurda, que a su vez a respondido con atentados, aunque estos han tenido como objetivo puestos de policía.
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