CAMBIOS EN UN PAÍS CANDIDATO A LA UE

Turquía se pone el velo

Dos mujeres con pañuelo y banderas turcas, en un mitin del partido gubernamental a favor del 'sí' en el próximo referéndum constitucional, en Ankara, el 25 de febrero.

Dos mujeres con pañuelo y banderas turcas, en un mitin del partido gubernamental a favor del 'sí' en el próximo referéndum constitucional, en Ankara, el 25 de febrero. / periodico

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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{"zeta-legacy-key":{"title":"Las claves de la noticia","keys":[{"title":"L\u00edder del mundo musulm\u00e1n\u00a0","description":"Turqu\u00eda es uno de los pesos regionales y de los de m\u00e1s relevancia internacional entre aquellos que cuentan con una mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n musulmana pero que son laicos por imperativo de la Constituci\u00f3n. Adem\u00e1s, se ha erigido en mediador intercultural (socio fundador de la Alianza de Civilizaciones) y como l\u00edder del mundo musulm\u00e1n, con fuertes inversiones en pa\u00edses como Somalia.."},{"title":"Deriva islamista","description":"\u00a0El pa\u00eds eurasi\u00e1tico es asimismo miembro fundador de la OTAN y est\u00e1 jugando un papel determinante en dos asuntos de importancia internacional en la actualidad: la llamada crisis de los refugiados y la guerra de Siria. Su deriva cada vez m\u00e1s islamista, sumada al creciente autoritarismo de Erdogan, son vistos con mucho recelo en Europa por la capacidad de Turqu\u00eda de influir en los asuntos de la UE."},{"title":"Negociaci\u00f3n con la UE","description":"\u00a0Una de las principales trabas para la adhesi\u00f3n de Turqu\u00eda a la UE esgrimidas por los detractores de esa posibilidad es el peso con el que contar\u00eda en Bruselas un pa\u00eds con 80 millones de habitantes de mayor\u00eda musulmana. A esto se le ha unido el descalabro turco en materia de derechos y libertades a ra\u00edz del fallido golpe del pasado\u00a0julio. Las negociaciones de adhesi\u00f3n siguen estancadas."}]}}Turquía ha decidido terminar de cubrirse la cabeza y lo ha hecho con el levantamiento de la prohibición de vestir el velo islámico entre los rangos más bajos del Ejército, la última de las instituciones públicas que mantenían el veto en un país de mayoría musulmana pero constitucionalmente laico. Es el culmen de un movimiento islamizador liderado por Recep Tayyip Erdogan, presidente del país y cofundador del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde el año 2003.

La decisión no ha hecho especial ruido en Turquía, ya que solo ha sido la continuación lógica de una tendencia iniciada, tras varios años de debate, incidentes y jaleo, en el 2010: entonces, se retiró el veto en la educación superior y en la mayor parte del sector público. Todo un hito. Tres años más tarde, diputadas con la cabeza cubierta entraban de manera legal, por vez primera, en el Parlamento. Y en el 2016, la Policía y los cargos no militares del Ejército adoptaban tal norma.

Pero no por no haber creado tanto debate como en otras ocasiones la decisión es menos significativa: el Ejército ha sido considerado tradicionalmente el garante del laicismo en Turquía, si bien las purgas posintentona golpista y la anterior infiltración por parte de adeptos del Hizmet (el movimiento liderado por el clérigo musulmán Fetullah Gülen, al que Ankara acusa de organizar el fallido golpe) ha supuesto una progresiva desecularización del cuerpo.

CONSTITUCIÓN "RELIGIOSA"

Sí provocaron más revuelo las palabras del presidente del Parlamento, Ismail Kahraman, cuando en abril del 2016 sugirió que, de cambiarse la Constitución, esta debería ser “una Constitución religiosa”. La reacción fue tal que Kahraman se vio obligado a matizar sus palabras al día siguiente.

En su artículo 24, la Constitución turca vigente (que data de 1982) garantiza la libertad religiosa y de conciencia siempre que estas no amenacen la integridad y el carácter secular del Estado. Pero a la vez, la Carta Magna reconoce de manera implícita la fe al convertir en obligatoria la asignatura de religión en el currículum educativo de primaria y secundaria (un currículum del que las autoridades quieren suprimir la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin). Por eso, según el analista y periodista Andrew Finkel -con más de dos décadas de experiencia en el país eurasiático-, “el secularismo turco no es tanto la separación entre mezquita y Estado, sino más bien el derecho estatal a reivindicar su primacía sobre la religión”.

ESTUDIANTES CONSERVADORES

En el sindicato de profesores Egitim-Sen constatan que los estudiantes “son cada vez más conservadores”. El presidente de la oficina del sindicato en Estambul, Mustafa Gölka, explica este fenómeno por la expansión de la religión en la sociedad fomentada por los poderes de Ankara. Por su parte, desde la Asociación de Ateísmo de Turquía lamentan la caída del secularismo en el país y alertan sobre el uso que el Gobierno hace de la religión como vehículo para captar votos. Cada vez es más frecuente toparse con simbolismo islámico en la calle y, por supuesto, en los mítines del partido gobernante.

Pero para Ankara se trata meramente de poner las cosas en su sitio: hasta la llegada del AKP al poder, la elite 'kemalista' (nacionalista, socialdemócrata, laica y pro-occidental, en concordancia con los valores fundacionales de la república creados por Mustafa Kemal Atatürk) mantuvieron a las clases populares (religiosas) alejadas de la educación superior y los cargos públicos con la prohibición que ahora termina.

En palabras de Finkel, el debate sobre el velo en Turquía -donde un 99,8% de la población practica el islam y en torno al 60% de las mujeres se cubren el pelo con un pañuelo- se podría asemejar al de la venta de armas en Estados Unidos, “donde la libertad de una persona significa una tiranía para otra”.