LA CRISIS GRIEGA

Tsipras se emplea a fondo para lograr un 'no' en el referéndum

Partidarios del 'no' en el referéndum queman una bendera de la Unión Europea en Grecia durante una protesta en Atenas, ayer.

Partidarios del 'no' en el referéndum queman una bendera de la Unión Europea en Grecia durante una protesta en Atenas, ayer.

CLARA PALMA HERMANN

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La clave del compromiso para el Gobierno griego es la reestructuración de la deuda. Sin ella, asegura, no habrá acuerdo. «Me cortaría el brazo antes que firmarlo», han sido este jueves las palabras textuales del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis. Las horas que quedan hasta el referéndum  vuelan entretanto a velocidad de vértigo. La Comisión Europea y el Eurogrupo han decidido detener la negociación hasta saber el resultado de la consulta, comprometiéndose a «no hacer campaña, para que sean los griegos quienes decidan sobre su futuro».

Pero Atenas delinea su postura para el día después: el Gobierno de Syriza está dispuesto a aceptar unos objetivos fiscales duros, aunque para que ese tercer préstamo sea viable hay que solucionar de una vez por todas «la cuestión de la financiación». «No acepto medidas de austeridad sin un alivio de la deuda», repite Tsipras. Lo contrario sería «prolongar y fingir», sostiene Varoufakis, para quien el 'no' en el referéndum sería una «contribución crucial» para un acuerdo en esos términos. El primer ministro mantiene que, en ese escenario, en el plazo de 48 horas habrá trato en Bruselas.

DIMISIÓN

¿Y qué ocurre si gana el 'sí'? Tsipras ha dejado entrever que dimitiría, Varoufakis aseguró ayer que garantizaba la firma de la propuesta de las instituciones al día siguiente, aunque él ya no sería ministro. En cualquiera de los escenarios, el control de capitales se levantará el martes, sostiene, puesto que no es sino «una decision política del Eurogrupo». Si el lunes hay «voluntad política» y un acuerdo preliminar, el Banco Central Europeo (BCE) podría subir el tope del mecanismo de liquidez de emergencia, garantizando la estabilidad de la banca griega.

Pero, entretanto, el Ejecutivo griego se ve forzado a emprender más medidas para paliar el efecto del corralito. Ayer eran ya 1.155 las oficinas bancarias que abrían para que los jubilados pudiesen retirar efectivo en ventanilla. Además, para prevenir el desabastecimiento, se han autorizado transacciones internacionales para pagar a proveedores productos farmacéuticos y de primera necesidad, así como el envío de dinero a los estudiantes en el extranjero. En paralelo, se anuncian ya las medidas para facilitar los desplazamientos en el referéndum: el transporte público costará la mitad y no se cobrará peaje en las autovías.

LA CAMPAÑA

Syriza se está implicando al máximo con la campaña por el 'no' en la consulta. Ayer lanzó su spot bajo el lema «Por la Grecia de la dignidad, por la Europa de la democracia», y ya anunciado un programa de mítines por todo el país. Esta tarde, delante del Parlamento, se celebrará el acto central, con la presencia del primer ministro. Los partidarios del 'sí' se concentrarán a la misma hora en el céntrico estadio de Kalimármaro. Bajo el lema de «Sí a Grecia, si al euro», intervendrán políticos y figuras públicas. De momento han anunciado su adhesión al sí los exprimeros ministros Andonis Samarás y Kostas Karamanlís, ambos de Nueva Democracia, así como Yorgos Papandreu y Kostas Simitis, del Pasok (el partido socialista).

La división se hizo palpable ayer incluso en el socio menor del Gobierno. Uno de los 13 diputados de Griegos Independientes abandonó la formación tras pedir el . Otros cuatro se pronunciaron en la misma dirección. El líder de la formación y ministro de Defensa, Panos Kammenos, reaccionó con dureza: «Estamos en guerra. El que no la soporte, que se vaya».

Por otra parte, el Consejo de Europa se pronunciará hoy sobre el referéndum del domingo. El miércoles había apuntado que la consulta no se ajustaba a los estándares internacionales, puesto que ha sido convocada con menos de dos semanas de antelación. Además, la pregunta no es unívoca y el referéndum no contará con la presencia de observadores internacionales. Otras instituciones, no obstante, han respaldado el plebiscito. Dos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas recientemente le dieron la bienvenida. La convocatoria, afirmaron, servirá «para decidir con un proceso democrático la senda a seguir para solucionar la crisis económica griega sin deteriorar la situación de los derechos humanos».