Tsipras divisa una legislatura de crecimiento

Recuperar la estabilidad financiera, reformar radicalmente el sector público y aplastar la corrupción. Estas son las prioridades del programa de Gobierno que Alexis Tsipras presentó el pasado lunes y que ha sido debatido desde entonces en el Parlamento. Anoche la Cámara, constituida el sábado, se disponía por fin a investir formalmente al nuevo Ejecutivo, con los votos a favor de los 155 diputados de la coalición Syriza-Griegos Independientes.

Apremiado a comenzar su segunda legislatura con nuevos recortes, Tsipras subrayó la necesidad de completar con urgencia la primera revisión del programa de rescate, que comienza a fines de octubre. No en vano, hoy mismo regresan a Atenas los equipos técnicos de la troika para comenzar a preparar esta evaluación -retrasada por los comicios anticipados- y asegurar el cumplimiento de una serie de «medidas previas» para proceder al desembolso del próximo tramo del rescate.

RECAPITALIZACIÓN

Este pack de 48 reformas, acordadas en la última reunión de trabajo del Eurogrupo, será votado antes del día 15 de este mes en una ley ómnibus. Así lo anunció ayer la portavoz del Ejecutivo, Olga Gerovasili, que además vinculó el éxito de la revisión con avances en la recapitalización de los bancos y la apertura del ansiado debate sobre la reestructuración de la deuda.

En el momento en que comienzan a entrar en vigor las subidas del IVA aprobadas en verano, el pack contiene más medidas impopulares, como subidas de impuestos para los agricultores, privatizaciones, liberalización de profesiones reguladas y menos protección para la primera residencia frente a los desahucios. El golpe más duro se lo lleva sin embargo el sistema de pensiones: incluso las jubilaciones mínimas serán recortadas para quienes se retiren antes de los 67.

No obstante, Tsipras ha prometido que para el término de su legislatura se habrá producido crecimiento económico, y que el país podrá autofinanciarse saliendo a los mercados de aquí a un máximo de 20 meses. El borrador de los presupuestos para el 2016 prevé que durante el año que viene se alcance un ligero superávit primario, gracias a los recortes en gasto social y al aumento de la recaudación, principalmente a través del IVA.

Aún así, el presupuesto contempla que la economía griega seguirá, de momento, contrayéndose, mientras que la deuda nacional superará el umbral del 200% del PIB.