PULSO ENTRE ATENAS Y LOS ACREEDORES

Tsipras dice "no" con Grecia a la deriva

Un camarero sigue la declaración de Tsipras a través de la televisión, este miércoles en Atenas (Grecia).

Un camarero sigue la declaración de Tsipras a través de la televisión, este miércoles en Atenas (Grecia). / CHM/FL/

CLARA PALMA HERMANN

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"El 'no' significa una fuerte presión para un acuerdo con mejores condiciones". El primer ministro griego, Alexis Tsipras no se mueve ni un milímetro en su postura sobre el referéndum que convocó el pasado viernes. La confirmación llegó ayer, en el primer día de suspensión de pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el tercero de corralito, tras horas de incertidumbre mensajes contradictorios. Por la mañana, se había filtrado a los medios una carta de Tsipras, enviada de madrugada a Bruselas; se trataba de la enésima propuesta del Ejecutivo, pero con una novedad; aceptaba casi la totalidad de los objetivos fiscales de sus acreedores.

Atenas reaccionó sin embargo rápidamente, subrayando que no se trataba ni mucho menos de una rendición: exigía a cambio la prórroga por unos días del contrato de préstamo que expiró la madrugada de ayer. Y sobre todo, un nuevo programa de rescate de dos años, con una aportación de 29.000 millones de euros, a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad -es decir, sin el FMI- que incluya una «reestructuración» de la deuda.

Un carrusel de acontecimientos y declaraciones sembraba una confusión total, y las conjeturas se disparaban tras el anuncio de una alocución urgente de Tsipras. Entre las especulaciones, que de pronto pidiera el 'sí' a un nuevo acuerdo, que anunciara una cancelación del referéndum o incluso que presentara la dimisión.

ACABAR CON LAS CONJETURAS

El 'premier' acabó de un plumazo con esas conjeturas. «Después de plantear el referéndum nos pusieron sobre la mesa propuestas sobre la deuda y sobre su necesaria reestructuración mejores que las del viernes. No podíamos dejarlas pasar, así que reaccionamos de inmediato pidiendo una solución viable» explicó. En apenas 10 minutos de discurso reveló una estrategia compleja: ni dejará de negociar -promete-ni dejará de pedir el 'no' en la consulta. Tsipras juega a dos bandas.

Pero sigue en pie una de las incógnitas principales: la pregunta del referéndum se refiere a la propuesta del día 25 -la que llevaba los famosos tachones rojos del FMI- pero desde entonces tanto Tsipras como las instituciones han formulado otros planes: los documentos que se votan ya no están sobre la mesa. Precisamente, el primer ministro dejó entrever que esa mejora de las condiciones procede de la presión a la que se está sometiendo a los socios.

Su postura negociadora sería mucho más fuerte con un masivo 'no' el domingo, defiende. Con otras palabras, vendría a significar que la consulta deja de referirse a una pregunta concreta para pasar a poner en juego la validación de la postura del Ejecutivo por parte de los ciudadanos. Tsipras se juega el cargo con su órdago; recientemente dejó entrever que respetaría el 'sí', pero que tendría que ser otro Gobierno el que implemente los acuerdos.

PENSIONES DIGNAS

Además, se dirigió a los griegos y, sobre todo, a los jubilados y denunció el «chantaje» al que están siendo sometidos para que voten 'sí'. «Es para proteger vuestras pensiones por lo que llevamos luchando tantos meses. Por vuestro derecho a una pensión digna y no a una simple limosna» recalcó, justificando la convocatoria de la consulta. Volvió a culpar a los acreedores del cierre de los bancos pero prometió que la situación sería pasajera. Por último, les agradeció su paciencia y llamó a la calma: no existe ningún escenario de 'Grexit', afirmó, sentado ante una bandera griega y otra europea.

Entretanto el clima se polariza de cara al domingo. «Grecia está en el aire», apuntaba ayer el principal líder de la oposición, el conservador Andonis Samarás. «El primer ministro no tiene valor para reconocer que es él quien ha dispuesto el cierre de los bancos. El país vive los peores momentos de las últimas décadas» señaló. Miembros de su partido han acusaron al Ejecutivo de tenerlo todo planeado desde el principio, con el fin de volver al dracma.

La formación de Tsipras, por otro lado, llamaba a los medios de comunicación a respetar el código deontológico, denunciando «noticias unilaterales» que persiguen «aterrorizar a los ciudadanos». Algunos medios, según se difundió en las redes sociales, han utilizado imágenes de un terremoto en Turquía para ilustrar las consecuencias del control de capitales.

Todo tipo de instituciones -sindicatos, colegios profesionales-, están tomando postura frente a la consulta, muchas a favor del 'sí'. Otros, por el contrario, piden el abandono total de la mesa de negociación y en esta línea se preven nuevas movilizaciones a partir de hoy: esta tarde, de partidos de izquierda extraparlamentaria y movimientos ciudadanos de base, mañana, del Partido Comunista.