Trump prohíbe a los transgénero servir en el Ejército

El presidente ha hecho en Twitter el polémico anuncio, que anula una orden de Obama, y que veta a los nuevos reclutas y a los militares cuya identidad sexual no corresponde con el sexo con el que nacieron y que están en activo

Idoya Noain

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Cuando era solo un candidato, Donald Trump hizo una promesa a la comunidad LGTB: "Lucharé por vosotros". Este miércoles, ya como presidente y comandante en jefe, el mensaje para una parte de esa comunidad, los tránsgenero, ha sido muy diferente: Lucharé sin vosotros.

En tres tuits el mandatario ha anunciado que su Gobierno "no aceptará ni permitirá a individuos transgénero servir en capacidad alguna en el Ejército", una decisión que anula la política inclusiva iniciada hace poco más de un año por Barack Obama y su secretario de Defensa, Ashton Carter.

After consultation with my Generals and military experts, please be advised that the United States Government will not accept or allow...... — Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 26, 2017

....Transgender individuals to serve in any capacity in the U.S. Military. Our military must be focused on decisive and overwhelming..... — Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 26, 2017

Carter anunció el 30 de junio del año pasado que, a partir de ese momento, "y efectivo inmediatamente", las personas transgénero podían servir abiertamente en las Fuerzas Armadas, replicando el fin del veto a los homosexuales que Obama aprobó en 2011. Comenzaron a hacerlo y desde el 1 de octubre tuvieron también acceso a atención sanitaria vinculada a su transición.

Pero Carter dejó también un plazo de un año para estudiar y desarrollar políticas de reclutamiento de personas transgénero y estudiar el impacto que esos reclutamientos tendrían tanto en la preparación de las tropas como en los costes médicos. La víspera de que se cumpliera ese plazo, el secretario de Defensa de Trump, el general James Mattis, anunció que prorrogaba seis meses el estudio. Pero, al menos aparentemente, no ha hecho falta esperar a su conclusión.

Polémica argumentación

En su anuncio Trump afirma que no solo no se permitirán nuevos reclutamientos de transgénero, sino también que se anula el avance conseguido para los militares en activo que se identifican como transgénero, unos 7.000 dentro de unas fuerzas armadas con 1,3 millones de efectivos.

Si la decisión en sí ya es polémica, también lo es el lenguaje que ha empleado el presidente para argumentarla, hablando de supuestos "tremendos costes médicos y perturbaciones que supondrían los transgénero en el Ejército”. Y esas acusaciones las desmienten varios estudios realizados por organizaciones especializadas, que calculan que al Pentágono, con un presupuesto para atención médica de los militares de unos 48.000 millones de dólares anuales, los servicios a los transgénero le costarían entre 2,5 y 8,4 millones al año.

La decisión está también salpicada de interrogantes. El Departamento de Defensa ha remitido todas las preguntas a la Casa Blanca, con quien aseguran que seguirán "trabajando para lidiar con la nueva directiva dada por el comandante en jefe". Un portavoz del Pentágono también ha dicho que las directivas revisadas se repartirán en el Departamento de Defensa “en el futuro cercano”. Y desde el Senado John McCain, que preside el comité de Servicios Armados, ha criticado la falta de claridad sobre el alcance y el calendario de los cambios.

Retrocesos

El retroceso, no obstante, parece inevitable. Y es la última pero no la primera acción con que el presidente indigna a la comunidad LGTB. En febrero la Administración Trump canceló una directiva de Obama que requería a las escuelas públicas dejar a los estudiantes transgénero usar el baño que quisieran, y eso que en campaña Trump se había mostrado a favor de que fueran al baño que consideraran más apropiado.

Y Trump, el primer candidato republicano en la historia en dirigirse a la comunidad LGTB en su discurso de nominación en la convención, y que prometió mantener protecciones a los transgénero adoptadas por Obama, se ha rodeado en su gobierno de altos cargos, como el vicepresidente Mike Pence, lastrados por un largo historial de políticas o posturas homófobas o tránsfobas.

Cerca de 1,5 millones de transgéneros en EEUU

Alrededor de 1,4 millones de personas se identifican como transgéneros en Estados Unidos, es deicr el 0,58% de la población total, según un estudio publicado por la universidad de UCLA en junio del 2016.