'Time' elige a Trump como "persona del año"

Donald Trump desprecia a la prensa, pero pocas cosas le gustan más que aparecer en sus portadas. Su despacho está tapizado con portadas de revista que ha protagonizado y cada mañana recibe un informe con todos los artículos que le dedica la prensa mundial, según han escrito sus biógrafos. Este año podrá añadir una muy especial a su colección. Como era de esperar, la revista Time le ha escogido como la “persona del año”, imponiéndose a Hillary Clinton, Beyoncé, el turco Erdogan o los hackers que operan en la sombra. El título de la portada es escueto pero revelador: "Donald Trump, presidente de los Estados Divididos de América”.

El magnate inmobiliario ha dicho sentirse “tremendamente honrado” por la distinción. “Yo crecí leyendo 'Time', es una revista muy importante. He tenido la suficiente suerte de aparecer muchas veces en sus portadas este año y el pasado, pero esto lo considero un honor muy, muy grande”, ha declarado en una entrevista. Pero no siempre fue así. En el 2013, cuando no apareció en su lista de personalidades más influyentes, afirmó que 'Time' tenía los días contados. “La lista de las 100 personas más influyentes de 'Time' es una broma y un ardid de una revista que, como 'Newsweek', pronto estará muerta”. También pataleó el año pasado, cuando la publicación optó por Angela Merkel. “Ya os dije que 'Time' nunca me elegiría como persona del año a pesar de ser el gran favorito. Han cogido a la persona que gobierna Alemania”.

Todo ello demuestra la relación esquizofrénica que el presidente electo de EEUU tiene con la prensa. Cuando le critica, acusa al medio en cuestión de ser “deshonesto” o una empresa moribunda e irrelevante. Cuando le aplaude o lo distingue, se rinde a sus encantos. Durante la campaña llegó a decir que pretendía cambiar las leyes de difamación para poder demandar a los medios con mayores posibilidades de éxito. Como toda la gente con dinero, Trump no le teme a los tribunales. Según publicó recientemente 'USA Today', durante su carrera su nombre ha aparecido en 3.500 demandas, unas como demandante, otras como demandado. Una cifra sin precedentes para un presidente.

REVOLUCIÓN O DESTRUCCIÓN

'Time' sostiene que Trump ha sido la persona más determinante del año, aunque no sabe si es para bien o para mal, y define su victoria como una “revolución”. “Para aquellos que creen que es para bien, la victoria de Trump representa el rechazo largamente aplazado a una clase gobernante anquilosada y arrogante; para los que creen que es para mal, la destrucción se extiende a las normas del civismo y el discurso público, una política envenenada por las corrientes viles del racismo, el sexismo y el chovinismo”, escribe su directora, Nancy Gibbs.

El anuncio de la revista llega en otro día intenso para el equipo de transición de Trump. El magnate ha escogido a otro general para formar parte de su Gabinete, en este caso el marine John Kelly, que dirigirá el Departamento de Seguridad Interior, encargado de lidiar con asuntos tan relevantes como la inmigración o el terrorismo. Tras cuatro décadas en el Ejército, Kelly fue hasta febrero jefe del Comando Meridional, encargado de las operaciones en América Central y del Sur. Políticamente se ha significado por su oposición al cierre de Guantánamo y está considerado un halcón en materia inmigratoria, lo que tiene sentido, dado que Trump ha prometido expulsar a millones de indocumentados del país.

SINTONÍA IDEOLÓGICA

A lo largo de su carrera en los Marines, Kelly dirigió varias batallas en Irak y perdió a su hijo mientras servía en Afganistán. Su trágica experiencia sobre los costes de la guerra habría sido uno de los motivos por los que se le ha elegido, según 'The New York Times'. Pero también parece tener sintonía ideológica con Trump. El general ha defendido los métodos de interrogatorio utilizados en la “guerra contra el terror” y expresó serias dudas cuando la Administración de Obama permitió a las mujeres servir en posiciones de combate en el Ejército.

Kelly es el tercer general que se incorporará al Gabinete, después de Michael Flynn (asesor de seguridad nacional) y James Mattis (secretario de Defensa). A falta de confirmación oficial, también ha trascendido la selección de Scott Pruitt, fiscal general de Oklahoma y estrecho aliado de las industrias fósiles, para dirigir la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).