LA NUEVA ADMINISTRACIÓN ESTADOUNIDENSE

Trump elige a un reputado militar para relevar a Flynn en el Consejo de Seguridad Nacional

Trump (derecha) estrecha la mano del nuevo asesor, H.R. McMaster, tras el anuncio en Florida, el 20 de febrero.

Trump (derecha) estrecha la mano del nuevo asesor, H.R. McMaster, tras el anuncio en Florida, el 20 de febrero. / KL/KC

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Donald Trump sigue buscando en el Pentágono la espina dorsal de su política de seguridad nacional, o al menos la cara más pública de esa política. Este lunes, en su residencia y club privado de Mar-a-Lago (Florida), Trump ha anunciado que Herbert Raymond McMaster, un reputado y condecorado general de tres estrellas, considerado uno de los principales intelectuales del Ejército de EEUU, será su nuevo asesor de seguridad nacional.

El anuncio llega una semana después de que renunciara al cargo el también triestrellado general retirado Michael Flynn, forzado a la dimisión tras revelarse que mintió sobre sus contactos con el embajador de Moscú en Washington durante la transición presidencial. Llega también unos días después de que el militar elegido en primer lugar por Trump para relevar a Flynn, Robert Harward, rechazara el puesto, según diversas informaciones por discrepancias sobre su libertad para elegir su personal en el Consejo de Seguridad Nacional, donde Trump ha dado un papel relevante a su estratega jefe, Steven Bannon.

Todos los ojos están puestos en cómo funciona a partir de ahora ese trascendental órgano de la Administración, pero si el pasado es indicativo McMaster puede representar una voz sin miedo a plantear sus diferencias al presidente cuando las tenga. Graduado en West Point y con un doctorado en historia, el militar es autor de un libro, titulado 'Dereliction of Duty (Negligencia)', que criticó duramente a la Junta de Jefes del Estado Mayor de la Defensa por no enfrentarse a la Casa Blanca de Lyndon Johnson pese a sus pobres estrategias y objetivos en Vietnam y por no reconocer que no podían ganar la guerra.

Condecorado por sus acciones en la primera guerra del Golfo (donde venció con nueve tanques a más de 80 vehículos iraquís), McMaster tuvo también un destacado papel en la guerra de Irak de George W. Bush. No escatimó críticas a la entrada en esa contienda y en unas declaraciones a la revista 'The New Yorker', por ejemplo, admitió: “Cuando llegamos cometimos muchos errores. Éramos como un hombre ciego, intentando hacer lo correcto pero rompiendo muchas cosas”.

McMaster ha hablado también de la necesidad de recordar que la guerra no se libra solo con tecnología y se le considera uno de los padres, tras una dura batalla dentro del Pentágono, del cambio de estrategia contra la insurgencia. Aunque no faltaron controversias acusándole de engrandecer los resultados de sus tesis, su pensamiento puede representar una hoja de ruta en el combate contra el Estado Islámico. “Es malditamente complejo”, dijo en las declaraciones a 'The New Yorker'. “Si alguna vez crees que tienes la solución a esto, estás equivocado y eres peligroso. Tienes que seguir escuchando y pensando y siendo crítico y autocrítico”.

ALERTA SOBRE RUSIA

McMaster no comulga, al menos sobre el papel, con la benevolente visión de Rusia y de Vladímir Putin que ha mostrado en repetidas ocasiones Trump. El año pasado, según una información de 'Politico', el general dirigió un estudio secreto para ver cómo EEUU debía prepararse para responder al creciente poder militar de Moscú, demostrado en Ucrania, y que se combina con lo que se denomina “contienda híbrida”, que combina el conflicto tradicional con esfuerzos clandestinos de subversión política para minar un Gobierno e instituciones. “Es evidente que mientras nuestro Ejército estaba en Afganistán e Irak, Rusia estudió las capacidades y vulnerabilidades de EEUU y se embarcó en un esfuerzo de modernización ambicioso y mayoritariamente exitoso”, declaró el general ante el Congreso el año pasado.