Trump insiste en el insulto a la 'miss' Alicia Machado

El dirigente republicano habla en Twitter de un de un vídeo sexual que no está probado que exista

Alicia Machado, en la elección de Miss Universo 1996

Alicia Machado, en la elección de Miss Universo 1996 / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Casi siempre es difícil entender la lógica tras las acciones de Donald Trump y este viernes no ha sido diferente. En una madrugadora diatriba en Twitter, el candidato republicano ha redoblado sus insultos a Alicia Machado, la mujer venezolana que en 1996 ganó el primer concurso de Miss Universo organizado por el empresario y a la que Hillary Clinton metió en la campaña en el debate del lunes. En ese cara a cara, la aspirante demócrata usó el caso y la humillación a la que Trump sometió a Machado como recordatorio del rampante machismo de un candidato que, en el caso concreto de la miss, usó descalificaciones como “Miss cerdita” por ganar peso y “Miss servicio doméstico”, una denigración de las mujeres latinas como meras limpiadoras.

Con serios problemas de apoyo entre las mujeres demostrados en las encuestas, en las que ya antes del debate un 64% mostraban opinión desfavorable sobre él, la lógica dice que Trump debería haber huído de profundizar en la polémica para intentar frenar la sangría de voto femenino. En cambio, el mismo martes abrió su primer día post-debate insistiendo en insultar a Machado y ha vuelto a hacerlo con los tres mensajes de Twitter.

En ellos, Trump ha asegurado que Clinton ha sido “utilizada” por Machado, a la que ha tildado de “estafadora”.

Además, ha remitido a un vídeo de contenido sexual (cuya existencia no está probada) y a un pasado supuestamente turbio de Machado y ha dejado caer que la aspirante demócrata ha ayudado a la venezolana a convertirse en ciudadana estadounidense “para poder usarla en el debate”.

Hay distintas interpretaciones del redoble de Trump. Se apunta, entre otras, a que intenta desviar la atención de dos informaciones publicadas esta misma semana. Una es de Newsweek y sugiere que gastó 68.000 dólares en Cuba en 1998 explorando perspectivas de negocio, lo que supondría una violación del embargo que le puede pasar factura en Florida. La otra es de The Washington Post y afirma que su fundación nunca obtuvo los permisos necesarios que necesita cualquier organización benéfica que recauda al año más de 25.000 dólares, lo que podría llevarle a tener que devolver las donaciones que haya recibido.

Los insultos a Machado (que ha vuelto a defenderse en las redes sociales) también pueden tratar de paliar el golpe que Trump ha sufrido desde consejos editoriales de todo el país, donde medios históricamente conservadores o neutrales se han pronunciado a favor de Clinton (el último ha sido, este viernes, el USA Today).

En cualquier caso queda en evidencia que la última táctica de Trump vuelve a alejarle de la parte de su equipo que apuesta porque se muestre “presidencial”. Desde que acabó el debate el lunes ha dejado claro que piensa usar los escándalos sexuales de Bill Clinton contra su rival. Machado es otra carta en su sucia baraja, y su uso es "desquiciado" para Clinto.La candidata demócrata ha respondido con su propia descarga en las redes sociales.